7/03/2008 - 12:00h

A pesar de las peticiones de Bush, la OPEP mantiene los límites a la producción de crudo

El ministro saudí de Petróleo, Ali al NaimiEl presidente de Estados Unidos, George W. Bush, hizo una petición solemne. Un ruego para aumentar la producción en 300.000 o 500.000 barriles diarios para tratar de frenar la carrera alcista de los precios del petróleo. Pero la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se lavó ayer las manos y mantuvo estable su producción sin hacer caso a los más extremistas -de Venezuela a Irán" que amagaban con un recorte para ajustar la oferta al descenso de la demanda que se produce siempre en el segundo trimestre del año.

El mercado anda caliente porque numerosos inversores se refugian en las materias primas y en el caso de la mayor de ellas para protegerse de la caída del dólar y de la inflación. Las instituciones financieras, desde fondos de pensiones a fondos de riesgo especulativos, también acuden a comprar ante las malas expectativas bursátiles. Después de haberse más que cuadruplicado desde el año 2000 -primer año del rebote propiciado por Venezuela, Irán, Arabia Saudí y México-los precios parecen consolidarse por encima de los 100 dólares y, en estos momentos, la mayoría de los expertos coincide en que se mantendrán por encima de los 90 dólares y que es improbable una sensible corrección a la baja.

La economía mundial hace así frente al tercer choque petrolero desde que el lunes el barril de crudo ligero subiese hasta 103,95 dólares superando los niveles de 39,50 dólares por barril registrados entre enero y abril de 1980, un precio que, descontando la inflación, equivale a 103,75 dólares. Ayer, subió hasta 104,55 dólares.

En esta ocasión, el motor de la escalada de precios ha sido la expansión continuada de la demanda mundial, de China, India, las demás grandes economías en desarrollo y Estados Unidos, en vez de problemas de oferta como durante el embargo árabe de 1973-74 y en 1980-81 por la Revolución Iraní y el inicio de la guerra entre Irán e Iraq. Otra diferencia radica en que la economía mundial ha crecido más que nunca durante los últimos cinco años sin que la subida de los precios del petróleo forzase un descenso del consumo tanto porque las economías avanzadas son más eficientes como porque los consumidores dedican una menor parte de su renta a la energía, sin olvidar que en numerosos países en desarrollo -donde más crece la demanda-los precios están subvencionados y casino han subido.

La reunión de la OPEP en Viena apoyó las tesis del ministro saudí de Petróleo, Ali al Naimi. "La oferta y la demanda están estables" (en los mercados físicos). Al Naimi desveló ayer una lectura conservadora de la coyuntura: "se ha trazado una línea por debajo de la cual los precios no podrán caer", nivel que cifró en 60 dólares por los 159 litros que contiene un barril de crudo. Bush calificó de "error" el martes "que tu principal cliente esté reduciendo su crecimiento como resultado de los elevados precios de la energía". El cartel de la OPEP no dispone de mucha capacidad de producción adicional, extrae un 40% del petróleo mundial y, sobre todo, es responsable de dos tercios de las exportaciones. 
 
Fuente: La Vanguardia
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