6/03/2006 - 10:00h

Consecuencias de los combustibles fósiles

El uso de combustibles fósiles en nuestros medios de transporte tiene como consecuencia el aumento de la polución de las áreas más transitadas; los combustibles ecológicos como el bioetano o el biodiésel podrían cambiar esta situación.

Al avistar la ciudad de Barcelona desde la torre de Collserola, a menudo se observa el centro de la metrópolis rodeado por una suerte de neblina. Es la gorra de Barcelona, la contaminación que cubre la urbe muchos días al año. Más de los deseados. También más de los permitidos por la ley. De esta manera, los residentes de la capital catalana hacen frente al aire contaminado al que están expuestos. Los habitantes del área metropolitana de Barcelona no son ajenos al problema de salud que supone respirar aire sucio.

La superación d elos valores límite de los tres gases nocivos (dióxido de nitrógeno, ozono troposférico y partículas en suspensión) que atacan la ciudad se ha producido de forma sistemática en 2005. La UE ya ha puesto límites a estas emisiones, incluso ha entrado en vigor una directiva comunitaria queha establecido umbrales máximos de concentración en el aire o de límites anuales.

Un informe elaborado por Ecologistas en Acción señala que el valor límite horario fue rebasado en más ocasiones de las permitidas -esto es, 18- en 17 estaciones, quedando también la de San Vicenç dels Horts a las puertas de esas dieciocho superaciones.

Los datos más preocupantes son los recogidos por la estación de Montcada i Reixac, donde el valor límite se superó en 272 ocasiones, o los registrados en Sabadell, localidad en la que se contabilizaron 193 superaciones, según señala este estudio. Por detrás de estas dos poblaciones se sitúan las de El Prat de Llobregat (152), Barberá del Vallés (139), Barcelona Capital (101) y Sant Celoni, con 93.

Tanto en la capital catalana como en el Baix llobregat, señala el informe, el origen de la mayor contribución al problema de la contaminación es el tráfico, si bien la industria es responsabe de cerca del 10% de las emisiones en la comarca vecina a Barcelona.

Según Ecologistas en Acción, tanto ayuntamientos como gobiernos autonómicos tienen la obligación de adoptar planes de acción desde el momento en que se spueren los valores límite. 'Muchas ciudades carecen de dichos planes, mientras otras que sí los representan llegan tarde, y su nivel de ambición es bajo', concluye el estudio.

Las experiencias que poco a poco van dando signos de sueficiacio en algunas ciudades europeas podrían resultar paradigmáticas. De esta manera, en Francia se han propuesto medidas para la reducción del tráfico en el centro de París, acciones que pasan por el establecimiento de carriles bici, la disminución de la velocidad a los 30 km/h o la reducción del ancho de calzada de varias vías principales, en beneficio del espacio físico del peatón. Otras capitales europeas, como Londres Oslo o Estocolmo, ya han impuesto un sistema de peajes para acceder al centro urbano, mientras que algunas ciudades han optado por permitir el tráfico en días alternos.

¿ Qué medidas tomas los dirigentes de las principales ciudades catalanas afectadas por la contaminación atmosférica ? El alcalde de Montcada i Reixac, César Parrizabalaga, explica que han conseguido 'delimitar el número de empresas emisoras de gases a través de restricciones y acabar con una incineradora que carecía de filtros'. Parrizabalga recela de los datos que aporta el estudio de Ecologistas en Acción porque 'existen discrepancias entre los resultados publicados por la Generalitat' -extremo que adminte la ONG y que tratarán con el Departament de Medi Ambient-, pero adminte que el del tráfico es el gran problema de una localidad que diariamente atraviesan unos 260.000 vehículos. 'La solución pasa por que los coches no pasen por el centro, por soterrar un tramo de la carreteray por potenciar el transporte público', dice el alcalde.

Pese a que el tráfico es la máxima preocupación del Consistorio, Montcada i Reixac, municipio de 34.000 habitantes, cuenta con diez polígonos industriales y unas 2.000 fábricas emisoras de gases, de las cuales una docena son especialmente conflictivas.

A pocos kilómetros de allí, Barberá del Vallés es otras d elas zonas en las que el fracaso en la lucha contra la contaminación se hace patente. Fuentes municipales informaron a ste diario sobre la solicitud que el Consistorio tiene prevista hacer para que el municipio quede incluido en zona de protección especial -existente o de nueva creación- del ambiente para la polución del NO2. Barberá cuenta con una estación automática que, según señala en las mismas fuentes, ha sido objeto de acciones incívicas.

El Prat de Llobregat es un municipio de una gran tradición industrial. Sin embargo, la actividad productiva de las fábricas se ha reducido al mínimo, y es el tráfico el causante del aire contaminado que actualmente respiran sus habitantes. Rodeado por dos grandes arterias con la Gran Vía y la Ruta Sud, el Prat se enfrenta al reto de reducir el transporte privado para incrementar el uso del transporte público.

Fuente: El Mundo Catalunya, 19 de febrero de 2006

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