Para Vidal es habitual que la causa y el momento de la fuga se conozcan posteriormente, como parte de "las investigaciones normales de dicho tipo de proceso", y no ha querido entrar en más detalles sobre el incidente en sí, ya que considera que eso abriría uno "baile de opiniones" que serían "subjetivas, y pueden estar esquivocades y hacer daño".
El alcalde ha afirmado que todo el mundo que lo quiera se podrá someter a un control de radiación, aunque según los expertos, una vez pasado tanto tiempo es difícil que se hallen trazas de radiación aunque el cuerpo ya haya sido expuesto a ella.
En una intentona de tranquilizar a la población de Ascó, el alcalde, Rafael Vidal, ha hecho el anuncio a Catalunya Ràdio. Mientras tanto, la central nuclear sigue defendiendo su gestión de la crisis. El alcalde de la localidad, Rafael Vidal, ha afirmado que "toda aquella persona que tenga intención de pasar un control radiológico, por la razón que sea, porque le parezca que la debe pasar -ha aclarado el alcalde- ya se puede poner en contacto con el Ayuntamiento, donde ya tenemos establecido un convenio porque se puedan pasar estos controles".
Aparte de hacer este anuncio, Vidal, que hace treinta años que vive de la central, ha defendido la gestión que se ha hecho de la fuga a la espera de que el Consejo de Seguridad Nuclear acabe la investigación que lleva a cabo. El alcalde ha declarado a Catalunya Ràdio que el Ayuntamiento de Ascó recibió la información sobre la fuga en el momento que se supo y por los canales que los tenía que recibir, y considera que, en este sentido, "ha cumplido" con su deber.
El alcalde de Ascó, que ha asegurado que su opinión sobre la fuga no se ha visto influenciada por su actividad profesional dentro de la central, ya que "no se tienen que mezclar las cosas", considera que las relaciones entre el consistorio y la entidad que gestiona la instalación son "normales" y ha recordado que en el núcleo de Ascó no se hay encontrado partículas radiactivas. "Si la máxima autoridad del país -en referencia al CSN- nos dice que estemos tranquilos, que el incidente es insignificante, tenemos que estar tranquilos", ha concluido.
Por su parte, la central nuclear insiste en asegurar que no se manipuló ninguno de los sistemas de control de radiación, pese a que un
informe del
Consejo de Seguridad Nuclear apunta que una manipulación del sistema de alarma facilitó la salida al exterior de la radiactividad. La entidad ecologista Greenpeace, en cambio, considera que a estas alturas será muy difícil conocer la gestión que se ha hecho de esta fuga radiactiva, porque han pasado casi cinco meses desde el incidente.