Los aspectos económicos del cambio climático o la llamada 'arquitectura de post-Kyoto' será el tema central de la reunión ministerial de la OCDE que tendrá lugar en París los próximos 4 y 5 de junio.
Antes, el 5 de marzo, se presentará en Oslo (Noruega) el informe sobre la perspectiva medioambiental que la Organización elabora cada cinco años. Y a finales de abril habrá un dictamen sobre el tema que será luego debatido por los ministros de los países miembros. El camino finalizará en Copenhague (Dinamarca) en 2009 donde la OSCE debería presentar el diseño definitivo de esta arquitectura económica.
Según explicó Gurría en un encuentro con la prensa española en la sede de la OCDE, las alternativas a los combustibles fósiles dependerán del precio que se le ponga al carbono. "Todas las alternativas tecnológicas que se sitúen por debajo de ese precio se llevaran a cabo y habrá inversores y mercados", relató.
Para el responsable del organismo internacional habrá que poner en pie "el plan más ambicioso posible" que permita "lidiar con las consecuencias" de un aumento de la temperatura del planeta sin "consecuencias catastróficas".
Además, dio a entender que no será sostenible que haya países que no cumplan las obligaciones de reducción de emisiones del Protocolo de Kioto. "Eso ya no se puede. La arquitectura tiene que ser diferente dado el problema", resaltó.
A su juicio la clave es determinar "quien paga y por qué se paga". Las soluciones, además, serán "todas" y no se podrá apostar sólo por una, sea vía impuestos, mercado de emisiones, energía nuclear o las tecnologías de nuevas fuentes energéticas como la eólica, solar o la biomasa. "Todo será parte de la solución. No será viable ni posible omitir alguno de estos elementos", dijo.