Ésta es una afirmación muy discutida incluso entre los propios expertos. Los hay que prevén ese declive hacia 2010. Otros lo sitúan más allá y aseguran que el máximo no llegará antes de 2036.
La verdad es que hoy día no podemos saber realmente cuántas reservas de crudo hay en todo el planeta. Todavía podrían encontrarse más yacimientos, quizás en el Mar de la China o en países como Marruecos. Sin embargo, al margen del debate sobre cantidades, hay un argumento indiscutible: no parece que la capacidad de las compañías petroleras de modernizar sus instalaciones ni para encontrar más petróleo pueda mantenerse al mismo ritmo que crece la demanda en el mundo. Así pues, el suministro de crudo, en elgún momento, no dará para cubrir la demanda. China e India, con sus vastas poblaciones, crecen a gran velocidad. Y esa marcha necesista combustible. Sólo en China millones de personas pronto dejarán las bicicletas para motorizarse.
Aún así, los precios del petróleo quizás no estén tan caros como se dice: si se actualizan las inflaciones, todavía estamos con precios inferiores a aquellos de la crisis de los 70. Pero la tendencia apunta a que, en el medio plazo, sólo pueden subir. Habrá que recurrir pronto al etanol, producido a partir de caña de azúcar, y las energías renovables para amortiguar el impacto de dichas subidas.
Fuente: El Economista, 21 de Agosto de 2006