15/05/2008 - 15:00h

El CSN reconoce que puede existir riesgo radiológico por la fuga de Ascó

Central nuclear de Ascó.El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no descarta ahora que exista riesgo radiológico derivado del escape radiactivo de la central nuclear de Ascó-1, tal y como se puede leer en su respuesta a Greenpeace de ayer miércoles 14 de mayo. Greenpeace considera muy significativo este cambio de actitud del CSN, ya que desde el primer momento (tras hacer Greenpeace público la existencia del escape el pasado 5 de abril), el Consejo ha estado afirmando reiteradamente, de forma acientífica y totalmente falta de rigor, ue "descartaba riesgo radiológico en Tarragona". 
 
El CSN reconoce ahora que la comparación de la radiactividad de la fuente emitida en este escape (distribuida en cientos de partículas) con los límites de dosis reglamentarios por exposición (ingestión e inhalación) para trabajadores y para miembros de público es un labor analítica muy compleja, que requiere "utilizar modelos de exposición altamente sofisticados y la correcta parametrización y el estudio exhaustivo de múltiples variables radiológicas, físico-químicas y biológicas" y que actualmente "está analizando los escenarios potenciales de exposición [a la radiación], teniendo en cuenta el riesgo asociado a cada uno de ellos, como su posibilidad de ocurrencia".

Precisamente Greenpeace ha venido exigiendo al CSN que estudie de forma científica el potencial impacto radiológico sobre la población que haya podido tener el escape radiactivo provocado por la central nuclear de Ascó el 29 de noviembre de 2007 y ocultado por ésta durante meses, a pesar de las dificultades que al respecto entraña el que hayan pasado ya 5 meses desde que ocurriera el suceso.

En primer lugar el CSN debe proporcionar el dato de la radiactividad total que se ha liberado en el accidente, así como aportar un inventario detallado con los valores de radiactividad de cada una de las partículas detectadas hasta el momento y aclarar el protocolo que se sigue para los exámenes radiológicos al público. En ese sentido, Greenpeace recuerda que el CSN todavía no ha hecho pública la información precisa sobre la metodología aplicada en las mediciones radiológicas a las que ha sometido o se propone someter a la población expuesta al escape.

Para que se conozca la validez del procedimiento empleado por el CSN, éste debe aclarar los criterios que aplica: el tipo de detector utilizado, el grado de sensibilidad o nivel de detección que aplica (que es muy superior para los trabajadores de instalaciones nucleares que para el público en general), el tipo de radiación medida, el tiempo de medición, la reiteración de las pruebas...).

Es necesario saber si a los no trabajadores (por ejemplo, a los escolares que visitaron la central tras el escape, a los proveedores y a los vecinos de los pueblos del entorno) se les ha aplicado los mismos criterios que a los trabajadores, que legalmente pueden recibir entre 20 y 100 veces más dosis de radiación que el público.

A fecha de hoy, el CSN reconoce ya una cifra 750 veces más alta de radiactividad (176,78 MBq) que la inicialmente reconocida y publicada (235.000 Bq), cifra que utilizó al principio para afirmar tajantemente que no existía riesgo radiológico derivado del escape. Esa cantidad de radiactividad se refiere sólo a los varios cientos de partículas hasta ahora encontrados (dentro y fuera del emplazamiento de la central nuclear), pero está lejos de ser la cifra total de la fuente de radiactividad que se liberó.

La respuesta del CSN a la primera de las tres peticiones de información enviadas por Greenpeace a este Organismo sobre el escape radiactivo de Ascó deja en evidencia la irresponsable actuación de la central nuclear de Ascó en este suceso. Ascó ocultó al propio CSN la existencia de un problema de contaminación radiactiva del sistema de ventilación de la central; alteró y manipuló ex profeso el funcionamiento de los monitores de radiación del sistema de ventilación de emergencia; actuó de forma negligente provocando que se produjera el escape de radiactividad al medio ambiente, el cual ocultó deliberadamente al CSN y al público, impidiendo así que pudieran tomarse, inicialmente, medidas para impedir el escape de radiactividad y, posteriormente, para tomar medidas que pudieran haber minimizado el posible impacto radiológico del mismo.

El CSN reconoce que "la actuación del titular [la central nuclear de Ascó], al proceder de manera injustificada al aumento del punto de tarado de estos monitores [de radiación], hizo posible el cambio de ventilación de emergencia a normal, inhabilitando las correspondientes señales de alarma", posibilitando de esta manera que los elementos radiactivos salieran al exterior sin pasar por los sistemas de filtrado de la ventilación de emergencia.

"Con la información ahora aportada por el CSN, queda demostrado con absoluta claridad que la central nuclear de Ascó ha expuesto a la población y al medio ambiente a un riesgo radiológico innecesario e indebido", ha declarado Carlos Bravo, portavoz de Greenpeace en temas de energía nuclear.

Para Greenpeace, la actuación de los responsables de la central nuclear de Ascó puede calificarse de delictiva. Greenpeace aportará esta nueva documentación oficial del CSN a la Fiscalía de Tarragona, que ya ha iniciado diligencias penales al respecto de este escape, y seguirá trabajando para lograr que se depuren responsabilidades en este accidente y evitar que éste quede impune.

A pesar de aportar datos demoledores sobre la responsabilidad de la central nuclear de Ascó en la ocurrencia del escape, la respuesta del CSN a Greenpeace es incompleta e insatisfactoria, y deja muchas de las preguntas que se hacen sin contestar. Además de los temas que el CSN reconoce seguir investigando, siguen quedando muchas incógnitas al respecto de este suceso, y Greenpeace pide al Consejo la máxima transparencia y rigor en su actuación.

Además, el CSN no hace la más mínima autocrítica de su lenta reacción al respecto (en particular de la poca perspicacia y pro actividad de la inspección residente del CSN en la central), ni de su milimétrico alineamiento inicial a las tesis de la central.
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