El petróleo tocó la barrera psicológica de los 100 dólares el barril, en Nueva York, el miércoles pasado, porque la reanudación de la violencia en Nigeria, el mayor productor de crudo de África, hizo surgir el fantasma de más interrupciones del suministro. De hecho, los precios están 71 por ciento más altos que hace un año.
"Súbitamente, la era de niveles de precios más bajos podría estar terminada y ahora estamos en la era de muy altos precios de la energía", agregó Tanaka.
Sin embargo, la AIE no usará sus existencias estratégicas de petróleo para hacer bajar los precios récord, apuntó el directivo.
En el mismo sentido, Estados Unidos tampoco planea recurrir a sus reservas estratégicas, de acuerdo con lo señalado el miércoles por un portavoz del presidente George W. Bush.
Tanaka dijo estar en desacuerdo con los funcionarios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que suministra más de 40 por ciento del combustible del mundo, quienes han negado que la fortaleza de los precios sea resultado de factores fundamentales de la oferta y la demanda.
"La situación de la oferta y la demanda es un determinante básico de la dirección del precio", dijo el directivo japonés y agregó que "el actual nivel de capacidad libre y de las existencias muestran que el mercado está bastante frágil".
Varios funcionarios de la Opep, entre ellos el ministro de Petróleo catarí, Abdullah al Attiyah, han dicho que el grupo de productores no puede bajar el precio del crudo porque este es impulsado por inversores especulativos antes que por factores fundamentales.
Los analistas consideran que en un entorno de alto crecimiento, los precios de importación del crudo subirán hasta los 150 dólares el barril para el 2030 en términos nominales, o se ubicarán en 87 dólares barril en términos del dólar del 2006 ajustado a la inflación, señaló la AIE en su informe sobre Perspectivas Energéticas Mundiales del 7 de noviembre.