17/01/2008 - 08:40h

El reactor nuclear EPR de Areva está en la cuerda floja

EPR.Las cosas pintan mal para el reactor nuclear EPR (European Pressurized. Reactor): por una lado la venta de dos de ellos se cancela en China, hay nuevos retrasos sobre la obra de este reactor en Finlandia, las ventas de EPR en el Golfo no se han cerrado y el reactor proyectado en Flamanville (Canal de la Mancha) está a la espera de una decisión judicial.
 
 
 
 
Mientras Nicolas Sarkozy, EDF (Electricite de France) y Areva anunciaron con tambores y trompetas, el 26 de noviembre pasado, la venta a la China de dos reactores nucleares de tipo EPR, todo indica que esta venta es bastante virtual, e incluso que se habría cancelado definitivamente. En efecto, los chinos condicionan ahora la compra del dos EPR a un «compromiso irreversible» de Areva pendiente de una transferencia de tecnología relativa a la recuperación del combustible usado.

En adelante, o Areva es leal y transfiere a los chinos la tecnología de recuperación, lo que parece muy improbable, o la venta de los dos reactores se cancelará definitivamente. Esta hipótesis es tanto más probable cuanto que, como la mayoría de los países que tienen proyectos nucleares, China constató que el EPR es un reactor anticuado. Ciertamente, todos los reactores son peligrosos y, al modo de ver de la red Sortir du Nucléaire (SdN), deberían cerrarse cuanto antes, pero todo indica que el EPR es el peor de todos los reactores existentes.
 


Por otra parte, la obra del único EPR exportado, en Finlandia, va ya con más de dos años de retraso: el 28 de diciembre pasado, información que desgraciadamente no se difundió, las autoridades finlandesas deploraron un retraso de 6 meses suplementarios. Las pérdidas financieras de la obra superan ya los mil millones de euros, factura que según SdN Areva intentará hacer pagar parcialmente al menos al erario público francés en el marco de una garantía Coface (1).

Por otra parte, los recientes anuncios del president Sarkozy, por lo que se refiere a la venta de reactores EPR en algunos países mediterráneos (Libia, Abu Dabi), se asemejan bastante a estratagemas publicitarios por lo que la construcción de estos reactores parece alejada o incluso improbable: no se pueden hacer surgir reactores nucleares en países donde no existen ni marco legal, ni autoridad de seguridad, ni redes eléctricas adaptadas.

Por último, los distintos efectos del anuncio refiriéndose a supuestas de ventas de EPR en el extranjero parecen tener por único objetivo hacer aceptable a los ojos de la opinión pública francesa la construcción de un EPR en Flamanville (Canal de la Mancha). Sin embargo este reactor, cuya construcción ya ha empezado, está en demora: en algunas semanas, el Tribunal administrativo de Nantes dará su veredicto a a raíz del recurso presentado por la red Sortir du Nucléaire contra la licencia de obras del EPR.

En todos los casos, la red Sortir du Nucléaire pide a los ciudadanos que tomen nota de lo que, sin ni siquiera hablar de los riesgos, de los residuos o de la proliferación, la industria nuclear está condenada a medio o corto plazo por el agotamiento de las reservas de uranio (el combustible de los reactores).

De ahora en adelante, el precio de la electricidad nuclear crecerá -Francia paga ahora al Níger un precio más elevado del 50%- y podría rápidamente convertirse en extremo. Sería muy sabio cancelar la construcción del EPR previsto en Flamanville, según SdN, programar la salida de la era nuclear y lanzar inmediatamente un gran plan de ahorro energético y desarrollo de las energías renovables.


(1) El Coface es una institución francesa que garantiza, en particular con el dinero público, los contratos industriales a la exportación en los países inestables. ¡Es por otra parte incomprensible que Areva se haya beneficiado de una garantía Coface para una exportación en Finlandia! (Véase, en este sentido, este documento)

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