El sondeo, efectuado entre febrero y marzo a partir de entrevistas a cerca de 27.000 personas, revela que los ciudadanos de los países donde hay centrales nucleares son más proclives a respaldar ese tipo de energía, con las únicas excepciones de España y Rumanía, cuyo apoyo es inferior a la media.
En España el 24% de los ciudadanos dice estar "totalmente a favor" de la producción de energía nuclear, frente al 44% de media en la UE.
El estudio señala que una explicación a la posición de España y Rumanía puede deberse a un factor revelado en un Eurobarómetro anterior: el hecho de que muchos de los entrevistados ignoran que su país cuenta con centrales operativas, ya que en general el apoyo ciudadano es alto en los países que producen ese tipo de energía.
Los ciudadanos son más críticos con ese tipo de energía en los países que carecen de plantas nucleares, según el Eurobarómetro, en particular Austria (83% de los encuestados se declara en contra), Grecia (80%) y Chipre (79%).
Los europeos más partidarios de la energía nuclear son los checos y lituanos (64% ambos), los húngaros y búlgaros (63%), los suecos (62%) y los finlandeses (61%).
El porcentaje medio de europeos en favor o en contra de ese tipo de energía es muy similar (44% frente al 45%).
En los últimos tres años el apoyo a la energía nuclear ha crecido de media en la UE un 7%, aunque los países donde más ha aumentado han sido Italia y Polonia (13 puntos porcentuales), Irlanda (11 puntos) y Grecia (9 puntos).
Dos de cada tres ciudadanos europeos alegan como motivos de su apoyo a lo nuclear ventajas como la diversificación de las fuentes de energía, la reducción de la dependencia del petróleo y de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En España la mitad de los encuestados favorables a la energía nuclear admite que el recurso a ese tipo de energía ayudaría a diversificar fuentes, el 51% cree que podría reducir la dependencia al petróleo y sólo el 43% opina que contribuiría a recortar las emisiones.
Por otra parte, la encuesta revela que una amplia mayoría de europeos (93%) cree que es necesario encontrar con urgencia una solución al problema de los residuos radiactivos en lugar de dejarlo para generaciones futuras, algo que apoya el 66% de los españoles.
A la pregunta de si la UE debería supervisar las prácticas y programas nacionales para la gestión de los residuos radiactivos, la mayoría de los europeos (66%) apoya la idea.
Los españoles son los ciudadanos a los que menos les gusta la idea, aunque el 53% de los españoles está de acuerdo, y también son los más críticos (sólo por delante de Austria) ante la posibilidad de que la UE desarrolle metodologías armonizadas para la gestión de esos residuos.
El 61% de los europeos cree que cada país debería ser totalmente responsable de la gestión de sus residuos radiactivos, algo que apoya el 47% de los españoles (de nuevo a la cola, sólo por delante de Portugal).