Explicó el ex presidente español que si a día de hoy, aproximadamente, EE.UU. consume una cuarta parte de la energía mundial, la UE otro tanto y Japon un 12%, a ello se une que en pocos años China puede estar en un 24%, de modo que quedaría menos del 20% para el resto del planeta.
En el caso particular de Europa, mostró sus dudas de que se alcance el objetivo de que el 20% de la energía sea renovable, aunque "quizás con la consideración de la energía nuclear" sí sea posible su cumplimiento. En todo caso, insistió en que las políticas tendrían que "ir claramente encaminadas a favorecer ese mix" en el que el 80% de la energía sea de origen no renovable y el resto de fuentes renovables.
González efectuó estas reflexiones en la Asamblea de Extremadura durante la conferencia que ofreció en las 'Jornadas sobre bosques cambio climático y medio ambiente en Europa', bajo el título 'La Europa del futuro. Crisis energética, cambio climático y bosques, en el marco de la reforma de la Unión'. El máximo representante del comité europeo de expertos subrayó que de la crisis en materia de oferta energética lo que más le preocupa es que traiga consigo "un incremento de la tensión mundial" y "de los problemas bélicos". TENSIONES POR ENERGIA Y POR AGUA.
"Si no hay energía para todos y les aseguro que no la va a haber al ritmo de crecimiento de la demanda, crecerán las tensiones mundiales", y en tal caso, vaticinó González, "la gente se peleará por la energía igual que se peleará por el agua".
En este punto, hizo alusion como muestra al "problema del agua" en España, respecto al cual apuntó que "todo el mundo tiene razón en lo que dice". "Cuando todo el mundo tiene razón y las razones se contradicen, es un pequeño problema", indicó.
Además, en este contexto de "subconsciente colectivo" de crisis en materia energética, cuestionó que el candidato a la presidencia de EE.UU. Barack Obama pueda sacar las tropas de Irak a corto plazo si llega a gobernar dicho país y tal y como promete en su programa electoral. "Cuando me dicen que si gana Obama se va a salir de Irak yo digo, bueno, va a tener que esperar", apuntó.
Respecto a la Unión Europea, Felipe González insistió en que no podrá mantener su modelo de "cohesión social" si no es capaz de ganar competitividad y capacidad de estar en la "revolución tecnológica", al tiempo que resuelve sus desafíos energéticos, que pasan por aumentar el porcentaje de energías propias.
NUCLEARES Y RED "INTELIGENTE".
Así mismo, apuntó que hay "poca reflexión en serio" sobre las nucleares. Al respecto, señaló más adelante que él no quiere "ser antinuclear y comprar nuclear a Francia", como se hace en la actualidad, porque "eso no es ser antinuclear". "No se puede decir que me la pongan en Burdeos o en Marsella que yo compro todo el excedente que quieran", subrayó.
González avanzó, por otra parte, que como responsable del comité de expertos propondrá a empresas de todos los subsectors energéticos llevar a cabo "una especie de prototipo sobre una población limitada", de unos 5.000 habitantes, consistente en una "red de captación y distribución inteligente" que más adelante se ampliaría a escala comunitaria, sustituyendo a la actual red "obsoleta" y "local".
La nueva red será "capaz de facturar en origen, distribuir y facturar en destino automáticamente", de modo que se consiguiría un "ahorro energético mucho mayor" y además su puesta en marcha implicaría la creación de "nuevos cuadros" técnicos a partir de jóvenes profesionales con cierto nivel de formación.
"Si Europa anticipara un modelo de un crecimiento del mix de renovables, capaz de una red de alta capacidad inteligente, podría ofrecer el modelo regional supranacional para llegar hasta 500 millones, anticipándose a nivel mundial para lo que todos los demás tendrán que hacer, les guste o no, más pronto que tarde", aseveró.
Felipe González apostilló que dicha red "inteligente" implicará una "producción horizontal y democrática" de energía. Así, explicó que los propios ciudadanos podrían contribuir a la oferta energética mediante excedentes de sus placas solares o con vehículos propios que en reposo devolvieran parte de la energía acumulada en marcha.