Rusia emprendió aumentar su control en las vías de suministro de gas de los europeos. El viernes 21 de enero, Vladimir Putin obtenía, en primer lugar, el acuerdo de Bulgaria para su participación en la construcción del gaseoducto South Stream, un proyecto italiano-ruso, que debe conectar, de aquí a 2015, Rusia al sur de Europa pasando bajo el Mar Negro. Rusia y Bulgaria tendrán cada una un 50% del gaseoducto que cruzará el territorio búlgaro.
El viernes que seguía, 28 de enero, en su visita a Moscú, al presidente serbio, Boris Tadic, firmaba con su homólogo, Vladimir Putin, un «acuerdo de cooperación» que prevé también la participación de Serbia en el gaseoducto.
Esta serie de acuerdos hace pesar una seria amenaza sobre el proyecto europeo rival, Nabucco, controlado por 5 países "incluida Bulgaria. Este proyecto tiene precisamente por objeto pasar a través de Rusia para transportar gas procedente de países ribereños del Mar Caspio, incluido Turkmenistán: cruzaría el Mar Caspio y Turquía para terminar su curso en Austria.
Otro acuerdo serbio-ruso se refiere a la toma de control por el gigante gasista ruso del 51% de la gran petrolera serbia, Naftna Industrija Srbije (NIS). Como contrapartida Gazprom se compromete a invertir 500 millones de euros para modernizar las refinerías serbias y terminar la construcción de los silos de almacenamiento de gas natural.
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