Para remediar lo que son las pérdidas más grandes de la historia de cualquier fabricante de automóviles, propone un plan de despido voluntario para 74.000 trabajadores.
El fabricante de marcas como Chevrolet, Opel, Hummer y Saab
explica que en este balance se incluyen 26.413 millones de euros relacionados con la valoración que se hizo para compensar el pago de activos fiscales aplazados.
La empresa justifica los datos diciendo que, si no se incluyerann estos gastos, tan solo perdió quince millones de euros, o sea, un 98% menos que en 2006, aunque su cifra de negocio del pasado año rondó los 124.827 millones de euros, que se traducen en un retroceso del 11% en comparación con el 2006.