La decisión del Gobierno británico de construir nuevos reactores ha provocado un inusitado entusiasmo entre las empresas energéticas europeas, que empiezan a trazar sus estrategias para participar en un plan inversor valorado en 17.500 millones de libras (23.100 millones de euros).
La empresa española Iberdrola, que ya está presente en el Reino Unido a través de Scottish Power, centra sus aspiraciones en la formación de una sociedad conjunta con British Energy para construir una central de 1.600 megavatios, que exigiría una inversión de 2.800 millones de euros. Según fuentes del sector energético británico, los ejecutivos de Iberdrola ya han mantenido diversas conversaciones con la empresa inglesa, que está participada por el Estado en un 35% y que opera la mayoría de las actuales centrales nucleares del país.
Fuentes de British Energy afirman que "en los próximos meses, la empresa elegirá los socios para desarrollar algunos de los proyectos". Además de Iberdrola, la empresa semipública ha recibido propuestas para aliarse con las francesas EDF y Suez, con las alemanas RWE y E.ON, y con la sueca Vattenfall. Uno de los requisitos que British Energy pide a sus socios es experiencia en la gestión de nucleares. Iberdrola participa en centrales atómicas con 6.500 megavatios en España.
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