El PP en su programa electoral se refugia en una deliberada y calculada ambigüedad para evitar manifestar abiertamente su postura pronuclear, que es claramente minoritaria en la sociedad española", ha declarado Juan López de Uralde, director Ejecutivo de Greenpeace.
En efecto, en su programa electoral, el PP emplea subterfugios como "mantendremos los actuales emplazamientos nucleares" y "gestionar la vida útil de las centrales existentes en línea con las tendencias internacionales y con el asesoramiento del Consejo de Seguridad Nuclear".
"Con esas expresiones" -ha expresado López de Uralde, "el PP dice, sin atreverse a decirlo claramente, que deja la puerta abierta a la construcción de nuevas centrales nucleares en los mismos sitios donde ahora hay instalaciones, y que piensa alargar la vida útil de las actuales. Despreciando así el sentir mayoritario de la ciudadanía".
Asimismo, Greenpeace denuncia como anti-renovables las declaraciones de Manuel Pizarro, ex-Presidente de ENDESA, y número 2 del PP por Madrid, quién ha calificado las energías renovables como "las más caras", ignorando deliberadamente los multimillonarios subsidios estatales directos e indirectos vía tarifa que ha recibido y recibe la energía nuclear, sin los cuales las compañías electricas que construyeron centrales nucleares no habrían podido superar la inmensa deuda que por ello contrayeron. Entre ellos, los porcentajes de tarifa para pagar la llamada "moratoria nuclear", los Costes de Transición a la Competencia (CTC), para la gestión de los residuos radiactivos, etc.
La viabilidad técnica y económica de un sistema de generación eléctrica basada al 100% en energías renovables, que nos permitiría luchar de forma eficaz contra el cambio climático al tiempo que se abandona la energía nuclear, es un hecho ya comprobado científicamente.
En efecto, un informe del Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas, encargado por Greenpeace, ha demostrado, mediante un profundo análisis técnico, que existen numerosas combinaciones de las distintas tecnologías renovables (solar termoeléctrica, eólica terrestre, eólica marina, biomasa, solar fotovoltaica, hidroeléctrica, energía de las olas y geotérmica) que permitirían satisfacer al 100% la demanda eléctrica peninsular, las 24 horas del día y los 365 días del año, a un coste menor que el de un sistema basado en las tecnologías convencionales. El estudio ha tenido en cuenta tanto las limitaciones que surjan en el sistema como las distintas restricciones en cuanto a disponibilidad de recursos, ambientales, usos del suelo y acoplamiento temporal demanda-generación-transporte.
Greenpeace insta a los partidos políticos a comprometerse a poner en marcha en el primer año de la legislatura 2008-2102 un plan de abandono progresivo de la energía nuclear, estableciendo para ello un calendario concreto de cierre de las centrales nucleares que tomará como base una vida útil de 25 años para cada una de las instalaciones. En este contexto, se concretará además el cierre inmediato y definitivo de la central de Santa Mª de Garoña, dado sus graves problemas de seguridad nuclear.
El abandono de la energía nuclear se deberá hacer potenciando el ahorro y la eficiencia energética y las energías renovables, la generación distribuida y las redes de transporte y distribución local.