Representantes de las principales empresas de ingeniería y producción nuclear lamentaron ayer que en España no se contemple impulsar la actividad nuclear para incrementar la producción de energía, al contrario que lo que están haciendo otros muchos países desarrollados que sí han optado por esta fórmula. Pero, claro está, se trata de otra más de las falacias de la industria atómica y las eléctricas; de hecho y de derecho, hasta hoy mismo no existe ninguna ley, decreto, reglamento, etc., que prohíba hacer una central nuclear,,,, y eso ha sido así desde la construcción y puesta en marcha de la última central nuclear en territorio español, hace más de 25 años. O sea que la afirmación de que existen "fuertes limitaciones" a la energía nuclear es del todo falsa.
Sin embargo, otra cosa es que los bancos, que deberían financiar los multimillonarios proyectos nucleares, quieran arreigarse para este negocio sucio y, al final, tan poco rentable, por lo que los avales que piden no los puede cubrir nadie, a lo que se deben sumar las garantías de seguridad que, hasta ahora, son incapaces de proporcionar. Y hay que recordar, además, que nadie ha resuelto aún el grave problema de qué hacer con los residuos.
Pero ellos, erre que erre, siempre habrá algún incauto o algún ignorante que les crea. Así lo pusieron ayer de manifiesto diversos representantes de las principales empresas de ingeniería y producción nuclear que participan en un curso de verano de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que se celebran en la localidad segoviana de La Granja de San Ildefonso.
Los invitados al coloquio 'Futuro de la energía nuclear', incluido en el curso '
Reactores Nucleares del siglo XXI', consideraron que España supone un caso especial a nivel internacional al ser uno de los pocos países que mantiene fuertes limitaciones a la implantación de nuevas centrales para la producción energética. En concreto, el director comercial para Europa de la multinacional General Electric, Joe Careli, señaló que España es una "isla" dentro del ámbito internacional energético al mantener fuertes restricciones a la construcción de nuevas centrales para la producción de energía; si bien las empresas del sector "estamos preparándonos para, cuando sea posible, estar dispuestos", según indicó el director de la empresa tecnológica Areva, Fernando Micó, quien resaltó que "no existe otra alternativa" para hacer frente a la demanda energética que contar también con la actividad nuclear.
No obstante, durante el coloquio se puso de manifiesto que las empresas españolas están realizando investigaciones y trabajos para proyectos en el extranjero. Micó señaló que la empresa francesa Areva está desarrollando trabajos para proyectos en Finlandia, Francia y China, mientras que en la actualidad espera también participar en otro proyecto en Sudáfrica, aunque olvido decir que dichos proyectos están cosechando un fracaso tras otro.
Todos los ponentes destacaron la "seguridad y fiabilidad" de la actividad nuclear, así como que se trata de una energía a favor del desarrollo "sostenible", lo que parece un insulto: ¿cómo va aser sostenible una industria cuyos residuos, altamente peligrosos para la salud de los serves vivos, no se pueden reciclar?. Entre otros datos, los representantes de las empresas de ingeniería y producción nuclear señalaron que la emisión de CO2 que se evita una central equivale al que emite todo el parque automovilístico de Estados Unidos en un año. Pero ahí tenemos otra falsedad, ya que olvidan que en el proceso de la menría de uranio también se emite CO2, por ejemplo.
En el coloquio, los representantes de las empresas abogaron por un reparto, a partes iguales, de las fuentes energéticas renovables, de fuentes de combustibles fósiles, y de fuentes nucleares y señalaron que la puesta en marcha de nuevas centrales permitiría crear 176.000 nuevos empleos.
Lo dicho: Nucleares?, No, gracias.