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Ecologistas en Acción expresa su profunda decepción por la nueva Directiva Marco de Residuos (DMR) adoptada por el Parlamento Europeo, que ha votado por establecer unos objetivos de reciclaje inadecuados y ningún objetivo para la prevención o la reducción. Algunos europarlamentarios intentaron hasta el último momento que se adoptaran los objetivos, más exigentes, originalmente propuestos, pero sin éxito. Los Estados miembros deben ahora ratificar el acuerdo que se convertirá en ley a finales de 2008.

La nueva DMR [1] también reclasifica la incineración como operación de "recuperación" en vez de "eliminación" como se consideraba hasta ahora, una decisión que ignora el hecho de que la incineración contribuye al cambio climático. También está más que demostrado que la incineración de residuos da origen a una amplia gama de contaminantes extremadamente tóxicos e incontrolables como las dioxinas y furanos, que es un despilfarro de recursos y sobre todo, que anula cualquier iniciativa en favor del reciclaje o la reducción de los residuos de los que se alimenta. [2]

Por otra parte, es muy preocupante la nueva definición de "subproductos" que contiene la Directiva, que permitirá que muchos de los materiales que hoy se consideran residuos puedan escapar a los controles de seguridad. Ecologistas en Acción considera esta cláusula un grave error que dará pie a que los residuos peligrosos puedan ser transportados a países del tercer mundo, sin que nadie controle lo que se hace con ellos.

Está claro que el desbocado aumento de los residuos y el desarrollo sostenible no pueden ir de la mano, por lo que no es de recibo posponer la discusión sobre los objetivos de prevención hasta 2014. Esta nueva DMR no sirve para hacer frente a la crisis de recursos y al cambio climático, y desde luego tampoco para ayudar a los Estados miembro a implantar una gestión de residuos sensata y saludable.

[1] El texto de la DMR exige que los países tomen "las medidas necesarias para lograr un 50% de reciclaje de algunos residuos domiciliarios (vidrio, papel, plástico, metal) y el 70% de reciclaje de los residuos de construcción y demolición, pero deja al resto de residuos (más del 20% del total) sin ningún objetivo. En cuanto a la prevención, la ley prevé que se establezcan objetivos en 2014.

[2] La comisión de medio ambiente del Parlamento había propuesto para 2020 un objetivo de reciclaje del 50% para los residuos domiciliarios y del 70% para los residuos comerciales, y la estabilización de los residuos totales en 2012 a los niveles de 2009. Con sólo alcanzar un 50% de reciclaje de los residuos domiciliarios se ahorrarían emisiones de CO2 equivalentes a quitar 31 millones de vehículos de las carreteras europeas (ver "Climate Protection Potentials of EU Recycling Targets", Knut Sander (Ökopol Gmbh) )