Carmen Martínez Ten, Presidenta del CSN, ha acusado a los grupos antinucleares de alertar a la población y de exagerar la importancia del accidente para desvirtuar la atención sobre la falta de datos que todavía existe acerca del accidente de la central nuclear Ascó-I (Tarragona), en un intento ridículo de evitar asumir responsabilidades.
Sin embargo, el CSN ya ha tenido que reconocer 1.106 veces más cantidad de radiactividad de la inicialmente aceptada en abril y ha afirmado que seguirán buscando, y casi seguro encontrando, más partículas. Ha reconocido también que algunas de las partículas radiactivas encontradas son tal altamente radiactivas que por sí solas serían capaces de producir una superación del límite anual de dosis de radiación permitida para el público.
La organización ecologista denuncia que todavía se desconoce la cifra total de radiactividad liberada en el escape, el inventario detallado de las partículas encontradas (en el que se especifique la radiactividad de cada una), y el protocolo seguido durante la realización de los análisis radiológicos, entre otras muchas cosas.
"Estos datos demuestran la obsesión minimizadora del CSN y su afán por defender a la central nuclear. Si fue un incidente sin importancia y sin impacto en el medio ambiente, ¿por qué lo ocultaron durante varios meses?" -ha añadido Carlos Bravo, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace. "Si la cantidad de radiactividad emitida no es alarmante, ¿por qué paran la central tres semanas para limpiarla?"