11/09/2006 - 18:07h

¿ Liberalismo o seguridad en el mercado energético ?

Por su interés, reproducimos íntegramente este editorial del periódico 'El Economista', firmado por su director, Carlos Salas, en el que debate sobre la conveniencia de dejar grandes empresas energéticas en manos de inversores extrajeros.
A la mayoría de los mortales, la mención de la palabra gas sólo les sugiere una llama azul que sale de su hornillo. No saben que el 'oro azul' también ayuda a mover su equip de música, dard vida al televisor, sirve para cocer pollos al microondas, y mantiene la nevera fría. En realidad, el gas ya se emplea hoy día para producir casi el 20% de esa electricidad gracias a un invento ingeniooso llamado 'cnetral de ciclo combinado'. La combustión de gas de estas gigantescas instalaciones mueve turbinas, pero a la vez, calienta agua, y en lugar de dejar perder el vapor, se le obliga a entrar otra vez y mover las turbinas como si fuera una olla exprés. Por eso se llaman de ciclo combinado.

Nuestras empresas eléctricas se han metido en un ambicioso plan que consiste en construir plantas de ciclo combinado (ya hay unas 40) pra que no llegue el día en que al dar al interruptor de la luz, nos quedemos a oscuras. ¿ Se acuerdan de los famosos apagones ? En los últimos años nos ha dado por comprar más televisores (uno por habitación, ¿ a que sí ?), aire acondicionado, neveras más grandes, cargadores de móviles, reproductores de todo tipo.... Eso chupa mucha energía y la forma más rápida de evitar apagones en los próximos años es disponer de plantasgeneradores. Pero ¿ a partir de qué energía ? ¿ atómica, hidroeléctrica, carbón, fuel, gas, aerogeneradores ?

El Gobierno no desea construir más centrales atómicas. El carbón y el petróleo son muy caros (el barril de petróleo ha pasado a 60-75 dólares este año) y respecto a los saltos de agua... ¿ y si atravesamos una sequía inmisericorde ? No hay quien mueva las pesadas turbinas. Nos queda esa energía verde procedente de los n uevos molinos de vientos, pero cuando no sopla el Dios Eolo, se están quietecitos y no dan un solo kW. Y resulta que cuando más calor o frío hace, es cuando menos viento sopla. Así es la naturaleza. ¿ Placas solares ? Habría que cubrir una comunidad autónoma entera para tener electricidad en cantidades serias.

El gas. ¿ La energía panacea ?

Y entonces aparece el gas. Para empezar, es más barato que el petróleo. Con la mitad de lo que cuesta un barril de crudo, se produce lamisma energía con gas. Además, el 'natty', que es como llaman cariñosamente los brokers al gas natural, cumple el llamado Protocolo de Kioto, aquel hermoso pacto que firmaron los gobiernos del mundo en esa ciudad japonesa hace algunos años, por el cual nos comprometíamos a contaminar menos el planeta.

Barato, limpio, fácil de transportar, almacenable y transportable de forma líquida, las grandes empresas del mundo desean comprar compañías de gas o de electricidad porque en los dos casos el protagonista de nuestra luz será el gas y porque es un negocio seguro rentable.

Entenderán ahora por qué el gas se ha convertido en una energía estratégica. Los países que han tenido la suerte de encontrar en su subsuelo bolsas de gas han adquirido peso e influencia internacional, porque con abrir y cerrar la llave de la tubería ponen nerviosos a medio mundo. ¿ Recuerdan lo que pasó el invierno pasado ? Rusia, el mayor poseedor de gas del mundo, cortó el suministro de gas a Ucrania porque no pagaba sus recibos. Pero como Ucrania es un puente sobre el que pasan las tuberías, hubo más países que sufrieron los cortes de suministro, como Italia. Imaginen lo que sucedería si Argelia, que vende a España a trabés de un tubo que cruza el Mediterráneo, nos cortase un buen día el suministro. O si Marruecos se enfada y hace otro tanto, porque da la casualidad de que la tubería pasa justo por Marruecos antes de entrar en España. Por eso, Cepsa está construyendo otro gaseoducto que no pasa por Marruecos, sino que va directamente de Argelia a Alemería tras cruzar por debajo del Mediterráneo: Medgaz.

El mundo se llena de cañerías porque necesita gas para seguir creciendo. Rsia quire construir un gaseoducto a China. También pretende construir una tubería bajo e mar Báltico para llegar directamente a Alemania, su mejor cliente.

¿ Empiezan a comprender ahora por qué una empresa alemana quiere comprar Endesa? ¿ Barruntan las razones por las que Gans Natural también está interesada en hacer lo mismo? En el primer caso, Endesa es el mayor productor de energía eléctrica de este país. Y Gas Natural, el lider único en gas.

Y no estamos hablando de supermercados, sino de algo que se considera vital para el funcionamiento de un país: la electricidad. Eso explica que los gobiernos se pontan nervisoso cuando ven que sus compañias de electricidad, las más grandes (y Endesa es nuestro portaaviones), corren el riesgo de caer en manos de empresas de otro país. ¿ Desviarán la energía para su propio consumo y nos dejarán sin gota ?

El Gobierno francés ha fusionado dos empresas gigantescas (Gaz de France con Suez) para evitar que caigan en manos extranjeras. Y el alemán hizo lo mismo cuando permitió que E.ON y Ruhrgas se unieran, a pesar de que un tribunal federal se oponía (como se opuso en España). Y aquí nos encontramos con una contradicción, como suele pasar en estos casos. Todos los países y gobiernos de la UE han abierto sus fronteras para dar libertad a las empresas, para comprar y vender otras empresas sin trabas. Eso se llama competencia. Incluso hay un comisario de Competencia para velar por que nadie ponga trabas. Muy bonito, desde el punto de vista del libre mercado. Pero cuando les tocan la fibra energética, todos dicen 'Aquí no'.

¿ Liberalismo o seguridad en el mercado energético ?

¿ Qué hacemos entonces ? ¿ Damos libertad a nuestras empesas para comprar empresas en otros países ? ¿ Ponemos nuestras fuentes de energía en manos extranjeras ?

Nuestro periódico ha apoyado desde el principio la libertad de mercado y se ha opuesto a las trabas que el Gobierno de Zapatero quiere imponer a E.ON o a quien sea. Al final, el Gobierno se lo ha pensado y ha impuesto unas condiciones 'asumibles'. Pero también hemos pedido 'café para todos'. Que Alemania, Francia e Italia hagan lo mismo. No vaya a ser que nosotros, por ir de liberales por la vida, nos quedemos sin empresas de energía, sin electricidad y sin gas. Apagados de verdad.

Fuente: El Economista, 29 de julio de 2006
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