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Los manifestantes, la mayoría vecinos de la localidad tarraconense de Alcanar, han recorrido a pie los 1,5 kilómetros que separan el centro de esta localidad de los terrenos del vecino municipio de Vinaròs, donde la empresa Escal GSL tiene previsto construir la planta.

Y es que el principal opositor al proyecto es el municipio de Alcanar, ya que la instalación estaría situada sólo a 1,2 quilómetros de distancia de esta población tarraconense. De hecho, es aquí donde hace sólo unos días se constituía la Plataforma en Defensa de las Tierras del Senia.

Los riesgos
Durante la manifestación, se ha leído un manifiesto con las razones por las que la Plataforma se opone al proyecto gasístico. En el texto, se apela a los peligros que esta instalación puede comportar para los núcleos urbanos situados a muy poca distancia. "No se garantiza la seguridad de Alcanar porque en caso de una fuga de gas, una explosión o una avería, Alcanar sería el municipio más afectado", afirma el manifiesto.

En este sentido, el texto se recordaba el trágico accidente sucedido en 1977 en el cámping dels Alfacs de Sant Carles de la Ràpita (municipio al norte de Alcanar), en el que murieron casi 200 personas después de explosionar un camión cisterna.

Además, los opositores argumentan que las torres de la planta tendrán un alto impacto visual, ya que está previsto que se construya una chimenea de 60 metros de altura y otras dos de 50 metros, todas ellas, a menos de 2 kilómetros de la costa.  

La Plataforma también teme a los daños que puedan causarse en la agricultura, la pesca y en el turismo. Y es que afirman que las canalizaciones que se construirán para unir el almacén submarino con la planta terrestre dañarán los caladeros de la zona y las especies marinas.

La plataforma también argumenta que los terrenos donde se quiere ubicar la planta, justo al lado del río Senia, son un paraje natural que está en proceso de adecuación medioambiental y paisajística.

Por otra parte, el texto también manifiesta el temor de los vecinos a que la construcción de la planta dé luz verde a la ubicación futura y concentración de otras industrias peligrosas (como de hecho pasa unos quilómetros más al norte, en la vecina provincia de Tarragona). En este sentido, algunos sospechan que exista la intención escondida de construir una central térmica de ciclo combinado e incluso, yendo más allá, que abra la puerta al traslado de la petroquímica de Tarragona hacia una zona menos habitada y con el precio del suelo más barato.

Paralelamente, la Plataforma en Defensa de les Terres del Senia ha remitido ya a la Subdelegación del Gobierno de Castellón unas 7.000 firmas de vecinos en contra de la construcción de la planta.

Ubicación no definitiva
Por su parte, el portavoz del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, dijo el viernes que la intención es ubicar el  almacén submarino de gas en un antiguo yacimiento de petróleo frente a la costa de Vinaròs. No obstante, el portavoz popular reconoció que hay "unas dificultades en cuanto a su ubicación física" y que "podrían encontrarse algunas ubicaciones físicas mejores para que esto pueda desarrollarse", ya sea en Vinaròs o en municipios adyacentes del sur de Tarragona.

Por su parte, el ayuntamiento de Vinaròs ha convocado un pleno extraordinario donde todos los grupos municipales han acordado aprobar una moción rechazando el proyecto y pidiendo a la Generalitat valenciana que emita un informe de impacto ambiental negativo.