Nos resulta totalmente incomprensible, y creemos que es fruto del tacticismo engañoso al que desde la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (ANAV), y del
Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) someten a la opinión pública, que unas «pruebas rutinarias que se realizan cada tres meses» tengan lugar durante la madrugada de un sábado al domingo.
Se han producido una serie de hechos que conducen hasta la paralización urgente del reactor nuclear. Según hemos sido informados por fuentes contrastadas,
los hechos son los siguientes:
a) durante la semana pasada se detectó una fuga de hidrógeno en el circuido que refrigera el alternador. Este incidente, es un hecho notificable al CSN según los protocolos de comunicación establecidos. Este hecho obliga a paralizar inmediatamente la planta, localizar la fuga y repararla. Según las fuentes consultadas, una fuga de hidrógeno en una central nuclear es un hecho muy grave, puesto que implica un riesgo de explosión que en caso de producirse tendría unas repercusiones severas, tanto por la explosión en sí (daños provocados al personal de la planta nuclear), como externos (daños a los sistemas de seguridad del reactor, con riesgo de sobrecalientamiento del núcleo, que podría acabar comportando, en caso extremo, liberación de radiación al exterior);
b) esta fuga no fue notificada por el titular de la central (ANAV) al CSN. ANAV pretendía, como finalmente hizo, esperar a la madrugada del sábado al domingo para proceder a la parada y tratar de resolver el problema detectado, utilizando una técnica rudimentaria (tapar con hormigón todo el tramo del circuido dónde se presuponía que había la fuga), y proceder hoy lunes otra vez a la puesta en marcha del reactor. Esta decisión no es casual, puesto que por intereses económicos de la ANAV, ésta decidió esperar a resolver el problema detectado en Vandellòs II hasta que se pusiera en marcha el grupo I d’Ascó previsto —después de 35 días de parada—, como finalmente sucedió, para la medianoche de sábado a domingo;
c) como consecuencia de la urgencia con qué la ANAV pretendía realizar la reparación de la fuga, junto con el bajo nivel de mantenimiento en que se encuentran las instalaciones de la CN Vandellòs II (la misma ANAV reconoce que todavía no han llegado al 100% de las reparaciones que el CSN los reclamaba a raíz del incidente del 2004), al proceder al paro del reactor se produjeron una serie de anomalías detectadas que algunos medios de comunicación hoy ya han explicado (caída de las barras de cadmio que controlan los procesos de fisión en el núcleo del reactor).
Ha existido un desajuste horario entre la notificación del incidente por parte de la ANAV, a las 04:27, y la detección real del problema, puesto que según hemos podido saber, los operadores de planta fueron avisados de manera urgente hacia las 02:00 de la madrugada. Hay un desajuste de unas dos horas, tiempo del que no se se ha hecho ninguna notificación sobre lo que sucedía realmente en el interior de la instalación nuclear.
Que es la primera vez que se declara una situación de preemergència en una central nuclear catalana, y que los ciudadanos no estamos informados ni sobre la gravedad ni sobre el comportamiento que se supone que deberíamos tener ante la declaración de una situación como esta.
Por todo ello denunciamos: - Que el suceso que ha tenido lugar en las instalaciones de la Central Nuclear Vandellòs II ha sido fruto de una serie de concatenaciones derivadas de la carencia de mantenimiento de las instalaciones que, como señala el informe del CSN a raíz del incidente de 2004, el titular (ANAV) debería de haber realizado ya hace tiempo.
- Que estos hechos demuestran que la titular de la central nuclear, la ANAV, ha primado, una vez más, los intereses económicos por encima de la seguridad, al decidir proceder a la reparación de la fuga una vez estuviera en marcha la CN Ascó I.
- Que el procedimiento de reparación de la fuga de hidrógeno detectada la semana pasada es inconcebible en unas instalaciones nucleares.
- Que el CSN no ha actuado de acuerdo con sus funciones al no detectar el problema de la fuga de hidrógeno, o en su caso, habiéndolo detectado, no haber obligado a la paralización inmediata de la planta nuclear.
- Que es incomprensible que el CSN autorice el funcionamiento de una central nuclear cuando ésta no ha realizado todas las mejoras que el ente de seguridad obligó a realizar a raíz del incidente del año 2004.
- Que los procedimientos de información y transparencia que tanto predican desde la ANAV, el CSN y las Comisiones Locales de Información (CLI) no han sido los adecuados, al no exponer a la opinión pública toda la casuística de hechos que han conducido al desenlace finalmente conocido, y que la población del entorno a las instalaciones nucleares no haya sido informada adecuadamente.
- Que existe un lapsus temporal muy largo, de más de dos horas, en el que no se conoce lo que realmente ha pasado, porque no se ha informado o se ha mantenida oculta la información a la población.
- Que oficialmente no habido ninguna declaración institucional por parte de ninguna administración. Ni el delegado del Gobierno del Estado en Tarragona, ni el delegado de la Generalitat de Cataluña en el Camp de Tarragona, ni el alcalde de Vandellòs-l’Hospitalet de l'Infant, han dado ninguna clase de explicación a la población informando del incidente.
- Que el silencio cómplice y reiterado de la Asociación de Municipios en Áreas Nucleares (AMAC) hacia estos incidentes, demuestra la inutilidad de esta asociación como garante de la seguridad del territorio dónde estas instalaciones están implantadas.
Por todo esto pedimos la paralización de la central nuclear Vandellòs II hasta que:
— o se realice y se dé a conocer una investigación completa y exhaustiva de todos los problemas que esta instalación nuclear tiene a día de hoy, y más concretamente de los problemas que han originado este último incidente,
— o que no se autorice la puesta en marcha de la central nuclear hasta que no se resuelvan, no sólo este último incidente, sino la integridad de las reparaciones que el CSN obligaba a realizar a raíz del incidente de 2004,
— o que se prevea el cierre inmediato de estas instalaciones nucleares una vez finalice la actual autorización de explotación, que finaliza el próximo año 2010.
A los responsables políticos y técnicos, les exigimos una transparencia informativa de lo que realmente ha pasado en la Central Nuclear Vandellòs II. La actividad nuclear es potencialmente peligrosa por la salud de las personas y el medio ambiente y exigimos nuestro derecho a ser informados correctamente y puntualmente.
Al desprestigiado Consejo de Seguridad Nuclear, le exigimos que investigue minuciosamente este incidente, aplique las sanciones correspondientes y pida las responsabilidades que hagan falta. Son demasiados sustos, demasiadas averías, demasiados problemas, demasiadas parones…, y también demasiados silencios y explicaciones poco convincentes que atentan contra la inteligencia de los ciudadanos.
La sociedad ha perdido toda la confianza en las centrales nucleares catalanas.
Terres de l’Ebre/Camp de Tarragona, 3 de diciembre de 2007.