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Al ritmo actual, en 2030 las reservas de petróleo de Rusia se habrán reducido el 90%, según anunció esta semana el Kremlin. Ante esto, el gobierno ruso ya se ha dado prisa para seguir explorando y hallar nuevas reservas.

"Si los recursos que por ahora solo figuran en los pronósticos no se convierten en yacimientos, para 2020 las reservas de crudo pueden agotarse en un 70%, y para 2030, en un 90%", advirtió el Secretario del Consejo de Seguridad del Kremlin, Igor Ivanov.

A este dato, el representante ruso añadió otro: las reservas de los actuales campos de hidrocarburos de alto rendimiento ya están agotadas en un 50%.

Con este anuncio, el gobierno ruso quiere potenciar la búsqueda de nuevos yacimientos petrolíferos, aunque esto no es tarea fácil, ya que los que hay localizados actualmente, o son de difícil acceso o la extracción requiere modernos sistemas y los costes son muy elevados.

A pesar de ello, el Kremlin ya ha aprobado un programa de exploración de recursos minerales y una prospección eficaz de las reservas de la plataforma continental del país.
El Kremlin afirma que en 2006 se aumentaron las reservas de crudo y gas hasta las 6.400 millones de toneladas de combustible convencional, pero los expertos subrayan que estas reservas son virtuales, y no reales, según afirma la agencia Interfax.