Las compañías ucraniana y rusa discuten el motivo de que el suministro no llegue hasta el territorio europeo. Gazprom acusa a la ucraniana de cortar el paso a Europa de forma deliberada como medida de presión.
Alemania importa de Rusia un 44% del gas que consume, y un conflicto de este tipo puede dar problemas en un país en el que temperaturas de hasta -20ºC pueden ser normales. La mayoría de los países afectados ha afirmado que tiene reservas para un mes aproximadamente, excepto Bulgaria, que ha admitido que sólo podrá tener calefacción durante unos pocos días; dos ciudades ya se han quedado sin suministro de ningún tipo: Varna y Dobrich.
La UE ya anunciado a través del viceprimer ministro checo para Asuntos Europeos, Alexander Vondra, que no mediará en el conflicto, al tratarse de un enfrentamiento simplemente comercial por una cuestión de precios. También ha advertido que "Estas crisis periódicas no son aceptables en el mundo civilizado" y que "cerrar los suministros no es el camino adecuado para resolver la disputa".