17/01/2006 - 11:50h

Sobre el mercado del crudo

Carlos Elordi recoge en El Periódico impresiones sobre el mercado internacional de los combustibles fósiles publicadas en Le Monde, The New York Times, Herald Tribune y Financial Times.
La demanda de fuentes de energía primaria condiciona las estrategias geopolíticas. Nunca como en los últimos tiempos esta materia prima ha determinado tanto las circunstancias de tantos países. La crisis entre Occidente e Irán, que sólo acaba de comenzar, es una lucha por el poder en un punto geoestratégico importantísimo. Pero el crudo de Irán es el que otorga la capacidad de presión al presidente Ahmadineyad. Otro conflicto, la llamada guerra del gas entre Rusia y Ucrania, y a través de este país a toda Europa, ha desvelado una información importante: que Rusia no tiene prejuicios en utilizar su capacidad productora de energía como instrumento de presión política en la escena internacional. Y todo esto enciende la sirena de alarma. Esto decía el editorial de THE NEW YORK TIMES del domingo, que el lunes reproducía el HERALD TRIBUNE: "Por caminos distintos, ambos hechos ilustran los peligros que se derivan de la dependencia tan conspicua que Occidente tiene de la energía importada, buena parte de la cual procede de países crónicamente inestables... Norteamérica no podrá ganar la guerra contra el terrorismo tan cacareada por Bush mientras tenga que seguir mandando cada día miles de millones de dólares para pagar sus suministros de petróleo. No podrá establecer la democracia en Oriente Próximo porque los gobiernos ricos en petróleo de esa zona no quieren democracia. Y no tendrá el peso geopolítico que necesita mientras siga dependiendo de inestables fuentes extranjeras para cubrir sus necesidades de combustible".

Algunos, como Joaquín Almunia, promulgan el renovado uso de la energía nuclear como alternativa. Y el FINANCIAL TIMES publicaba a principios de semana que también vuelve el carbón ya que el 40% de los encargos de turbinas que reciben dos grandes del sector, Siemens y Alsthom, serán alimentadas mediante carbón, y no mediante gas. Por otro lado, el editorial de 'The New York Times' reza: "Irán ha firmado acuerdos para suministrar gas natural a China y a la India. Estas alianzas son un signo de lo que viene: a medida que sus economías crecen, los indios y los chinos tendrán cada día más necesidad de recursos económicos". Y se convertirán en competidores de la vieja Europa. Hace una semana, algunas revistas subrayaban que China e India acaban de firmar un tratado para cubrir su demanda energética. Por otro lado, Eric le Boucher explica en LE MONDE lo que ocurre últimamente en el reparto mundial del poder: "¿Quién determinará el nivel del dólar este año? Pekín. ¿Quién decidirá el futuro de la mundialización? Pekín. Pocas veces la suerte de todos ha dependido de la decisión de tan pocos. En el 2005 China se ha convertido en la cuarta potencia mundial en lo que al PIB se refiere. Pero es la primera a la hora de fijar el futuro monetario y comercial del planeta. ... China cuenta con 800.000 millones de dólares en reservas. Si vende dólares, podría hundir a la moneda norteamericana en los mercados. Detrás del yuan está toda Asia. Las relaciones con China son ya factores determinantes del crecimiento de los países de la zona. Si sus monedas se 'fortalecen', sus empleos puede irse a China".

Fuente: El Periódico, 7 de enero de 2006
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