Gore, que ha expresado en público su respaldo al candidato demócrata Barack Obama y cuyas opiniones nunca caen en saco roto en Washington, ha comparado el desafío que supone el cambio climático para las sociedades modernas con la llegada del hombre a la Luna hace cuatro décadas: "Debemos empujar a nuestra nación para alcanzar un nuevo objetivo que cambiará la historia", ha dicho Gore. "Una vez más tenemos la oportunidad de hacer que la humanidad dé un paso gigante".
El director de
Una verdad incómoda, el premiado documental que avisa de la magnitud del desafío al que se enfrenta el mundo en las próximas décadas, ha dicho que no tiene sentido, por ejemplo, que Estados Unidos pida prestado dinero a China para consumir petróleo de Oriente Próximo, una actividad que contribuye decididamente al cambio climático.
Las voces críticas aseguran que erradicar el uso de los combustibles fósiles en Estados Unidos no es posible en una década, como plantea el candidato demócrata en las elecciones de 2000. Gore, que precisamente ganó el Nobel por su decidida apuesta por el cambio climático, replica que su meta es posible y asequible. "La respuesta es terminar con nuestra dependencia de combustibles basados en el carbón", ha dicho durante una charla en Washington.
"Cuando unes los puntos, resulta que las soluciones reales a la crisis climática son las mismas medidas necesarias para renovar nuestra economía y escapar de la trampa de la subida continuada de los precios energéticos"
Para llevar a buen puerto esta revolución verde, Gore ha dicho que el cambio más importante en la manera de hacer política sería "gravar por lo que quemamos y no por lo que ganamos".