23/06/2009 - 12:06h

Alemania intentó crear lRENA durante años sin éxito

Hermann Scheer fuma un cigarro detrás de otro. Y es que sus compañeros del Partido Social-democrático alemán están discutiendo. Scheer quiere mostrar su posición en un carta. Y lo está haciendo bajo una extrema presión de tiempo. Y también se está asegurando de que la prensa esté informada, para que el impacto sea mayor.
Y algo más tarde, se pone manos  a la obra en otro trabajo, una tarea de mucha mayor embergadura que las discusiones internas de SPD. El objetivo es nada menos que crear una agencia internacional de las energías renovables, algo que será decisivo para el mercado global de la energía a largo plazo. Scheer afirma: -Esta iniciativa alemana es nuestra contribución al desarrollo global.

La Agencia Internacional de la Energía Renovable, (IRENA) ha sido fundada a finales de enero. Como poderosa organización internacional que es,  está diseñada para ayudar a sus estados miembros a generar energía gracias al sol, viento y biomasa a gran escala, para convertir a las renovables en un actor global dentro del mercado de la energía.

Las naciones en vías de desarrollo, en particular, son de la opinión de que la Agencia les ofrece una oportunidad para independizarse del mercado del petróleo, gas y energía nuclear.

Al menos 45 países estuvieron presentes en la conferencia final en Madrid para especificar los objetivos, estatutos, y futuro emplazamiento de las oficinas centrales de la Agencia.

Durante mucho tiempo, parecía que los hados no acompañaban la fundación de esta agencia. Ya en 1989, Herman -Scheer y su organización Eurosolar comenzaron la campaña, pero IRENA no estuvo incluída en la Agenda 21. En 2002, la propuesta de crear esta organización estaba presente en el programa del gobierno alemán, pero una vez más, no se llegó a proponer públicamente debido a disensiones internas. Algunos políticos presuponían que las ONG ya se encargaban de eso, pero Scheer afirma que -Una ONG no puede hacer el mismo trabajo que una organización gubernamental internacional; es obvio.

Scheer apunta que mientras los gobiernos toman parte en redes como REN 21, no tienen competencia institucional ni presupuesto para acciones que vayan más allá. En la pared tras Scheer, hay un cuadro con un cabeza sobre un fondo negro, y una leyenda que reza -Es mejor hacer un poco de luz que quejarse de la inmensidad de la oscuridad. Mientras las luces pequeñas siguen dándonos un poco de esperanza, Scheer quiere cambios; y los quiere ya.

En 2005, puso a IRENA de nuevo en la agenda política de la nueva gran coalición alemana en el gobierno. -Queremos formar una coalición con países que  comprendan la necesidad de una agencia de este tipo, dice. El gobierno alemán comenzó entonces a dirigirse directamente a miembros potenciales de la agencia. En la primavera de 2007, se enviaron representantes a negociar en países de África, Asia y Sudamérica. El objetivo era analizar qué países podrían estar interesados en -entrar en el club-, como dice el mismo Scheer. Esta vez, su trabajo tuvo un resultado. 170 participantes que representaban a 60 países acudieron a una primera conferencia preparatoria en Berlín, en la primavera de 2008.

Aproximadamente dos tercios de ellos pertenecían a países en vías de desarrollo. Los países con una escasa infraestructura energética muestran un interés especial en conseguir energía a través del sol, el viento y otros recursos naturales locales. Ahora mismo 2.000 millones de personas no tienen acceso alguno a suministros fiables de energía. A menudo, la leña recogida en el bosque y el estiércol de los animales es la única fuente de energía de la que disponen. La energía solar puede proporcionar electricidad a países cálidos, que disponen de sol radiante durante casi todo el año, mientras que la energía eólica puede ofrecer electricidad en países costeros o en zonas de alta montaña.

El representante pakistaní, Irfan Afzal Mirza, tiene grandes esperanzas puestas en la Agencia. -IRENA ayudará a los países en vías de desarrollo a extender muy rápidamente las energías renovables. No en vano, uno de los objetivos de la agencia es ayudar a sus socios a desarrollar las renovables ofreciéndoles la ayuda que les resulte necesaria.

La agencia, también proporcionará servicios de consultoría a los gobiernos implicados para ayudarles a explotar el potencial. ¿ Deberíamos utilizar eólica o fotovoltaica para alimentar la iluminación de un poblado de cabañas ? Pues la respuesta dependerá de la situación geográfica, del presupuesto del gobierno y de la cultura local.

IRENA ayudará a diseñar políticas de fomento de las energías renovables. También ayudará a crear una fuerza de trabajo al servicio de las nuevs tecnologías Finalmente, l nuva agencia también hablará en nombre de las energías renovables a nivel internacional, para que éstas puedan ser tomadas como un interlocutor válido en el mercado global de la energía.

Se tendrán en cuenta una serie de objetivos, como por ejemplo que el material necesario para las instalaciones renovables no deban pagar aranceles al atravesar fronteras. También se pretende estandarizar los materiales, ya que las incompatibilidades entre aparatos pueden acarrear un frenazo en el desarrollo de las renovables.

A pesar de las animadas discusiones que tuvieron lugar en la primera conferencia, sólo 44 países han tomado parte en los talleres donde se decidieron las tareas a realizar por la organización. La República Checa y Nueva Zelanda están entre los que decidieron no regresar. Pero Scheer no está preocupado. -Apenas 20 naciones eran parte de la Agencia Internacional de la Energía Atómica en 1957. Esa cifra se elevó a más de cien en menos de cuatro años, y hoy son más de 140. El éxito de esa organización sirve de modelo a IRENA.  

Monika Frieling, del Ministerio de Medioambiente alemán, está trabajando en el desarrollo de IRENA. Dice que 25 millones de dólares es una cifra realista para empezar. Se emplearán entre 100 y 150 personas. La contribución de cada país dependerá del presupuesto nacional de cada país. Aún se deben especificar los estatutos con mayor detalle. Bonn, Madrid y Viena se han ofrecido para albergar las oficinas centrales, y la nueva organización necesita un presidente.

Los principales aliados de Alemania son España y Dinamarca. Todos ellos están profundamente comprometidos con la creación de esa agencia, explica Rafael Conde de Saro, del Ministerio de Exteriores español.

Fuente: PV Magazine, enero 2009

 
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