"Un impuesto flexible para que el barril de petróleo se quede en unos 80 dólares (63 euros) haría rentables las energías renovables y por tanto mejoraría la lucha contra el cambio climático", ha declarado Ricardo Lagos, enviado especial de la ONU a Poznan. "Si a 10 economistas les preguntas qué medida prefieren para luchar contra el cambio climático, nueve dirían que poner un impuesto sobre el carbono", continuó.
La Agencia Europea del Medio Ambiente también está a favor de crear algún tipo de impuesto sobre este combustible, y pone como ejemplo el diferente efecto que sobre la eficiencia energética tuvo la crisis del petróleo de los años 70; mientras en EEUU no se tomaron medidas fiscales, en Europa se establecieron impuestos sobre la gasolina y el gas. El resultado fue que el actual estilo de vida europeo es mucho más eficiente en que el estadounidense y mucho menos contaminante.
Las opiniones entre entre los que toman las decisiones son muy variables. La Agencia Internacional de la Energía -que nunca se había caracterizado por ser su carácter innovador- está de acuerdo con la toma de medidas de este tipo, e incluso va más allá. "Necesitamos una revolución en el sistema energético. Necesitamos 20 plantas nucleares al año, 18.000 nuevas turbinas de viento y 30 plantas de captura de carbón al año. Tenemos que enviar el dinero a una energía baja en carbono. ¿Están los Gobiernos preparados para eso?", ha afirmado Nobuo Tanaka, su director ejecutivo.
En el último programa electoral del PSOE se proponía un impuesto de un céntimo por litro de gasolina para crear un fondo de lucha contra el cambio climático, pero José Blanco rechazó la medida una vez en el gobierno, afirmando que "para luchar contra el cambio climático no hacen falta más impuestos".