Consume vegetales locales si vives en España, pero no lo hagas si vives en el Reino Unido
Quien quiere reducir su huella de CO2, compra productos locales, porque al no tener que ser transportados, se evita las emisiones que implica el transporte de, pongamos, uvas chilenas en abril. Pero la realidad es un poco más complicada.
Es cierto que importar fruta de fuera de temporada es un lujo que nos podemos ahorrar, y un dispendio para el medio ambiente que deberán pagar las generaciones futuras. Pero en el caso de los países del norte de Europa, sale más barato ecológicamente hablando importar los tomates o fresas españolas que cultivarlos en casa.
Millones de europeos del norte piensan que benefician al medio ambiente si compran fresas cultivadas en sus propios países, pero la realidad es mnás complicada. El Departamento Británico de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales ha realizado una investigación al respecto. Importar fresas del sur de Europa puede producir menos emisiones que cultivarlas en Alemania o en Gran Bretaña, debido a la cantidad de energía necesaria para caldear los invernaderos. Incluso importar cordero de Nueva Zelanda les sale más barato a los británicos, por ejemplo, en términos de emisiones, ya que el ganado en el país oceánico no necesita cuadras calefactadas.