"Año nuevo, vida nueva", afirma un dicho que, según parece, también se aplica a las empresas. El grupo Eroski ha comenzado 2006 con un guiño al medio ambiente. Su propósito para este año: lograr que su flota de transporte contamine menos. Para ello, agregará un aditivo vegetal al combustible de sus vehículos. La compañia prevé extender a lo largo del año, el uso del aditivo a los 600 camiones que conforman su platafoma de logística. En la iniciativa participan empresas de transporte asociadas con la cadena de distribución, la Universidad Pública de Navarra y la Fundación Entorno.
"Una compañía dedicada a la alimentación contamina sobre todo en el transporte de mercancías. Eroski quiere reducir la emisión de polución a la atmósfera", explica Iosu Sanz, portavoz del grupo. Para minimizar su impacto medioambiental, el distribuidor financiará a los transportistas con lo sque trabaja el aditivo vegetal.
En febrero echa a andar una fase piloto inicial. La plataforma de mercancías generales de Elorrio, que abastece a Cantabria, Burgos, La Rioja, País Vasco y Navarra, será la pionera. "Unos 40 camiones utilizarán el aditivo hasta mayo. A continuación, se analizarán los resultados y se extenderá al conjunto de la flota", indica Eduardo Cifrián, directo de sistemas de Calidad de Eroski.
La empresa calcula que el proyecto piloto costará 50.000 euros. Sufragar el aditivo vegetal a todos los camiones supondrá, en principio, un desmbolso de 500.000 euros. También se ha pensado en el futuro. "Los acuerdos que se establecen con las compañías de transportes son anuales, y los precios del combustible se acuerdan periódicamente. Con el aditivo se actuará igual", comenta Iosu Sanz.
Los transportistas han recibido la propuesta de forma positiva. "Para utilizar el aditivo no hace falta realizar ninguna modificación al camión y el consumo de combustible tampoco se ve afectado", comenta Iñaki Errasti, gerente de la empresa de transporte Nanuc, socia de Eroski.
Lo que sí varían son los parámetros de contaminación. Ahí se detectan mejoras notables. El aditivo vegetal actúa como catalizador y aumenta la temperatura durante el proceso de combustión del motor. De esta forma, logra una quema de las impurezas y reduce los gases de efecto invernadero. Según cálculos iniciales, se logra una reducción media de las emisiones de monóxido de carbono del 77%, mientras las de óxido de nitrógeno bajan en un 34%.
Pera las iniciativas de Eroski no se limitan al depósito de combustible. Un equipo de ocho investigadores de la Universidad Pública de Navarra, entre los que figuran economistas, ingenieros y especialistas en logística, analizará hasta 2008 todas las áreas donde el distribuidor pueda reducir su impacto medioambiental. "Además de estudiar las rutas para optimizar costes, analizamos las emisiones de CO2, cómo optimizar la logística urbana, la forma en que se debe renovar el parque de camiones o cómo reducir el ruido que causan las operaciones de carga y descarga", comenta Jesús Pintor, jefe del Servicio de Apoyo a la Investigación de la Universidad Pública de Navarra.
Fuente: Cinco Días, 24 de enero de 2006