6/03/2008 - 14:00h

El Ayuntamiento de Barcelona se interesa por el biodiesel para sus flotas municipales

Un autobús con biodiésel.La formación y la educación ambiental del personal son un aspecto clave, según un estudio del ICLEI, para la introducción del biodièsel en las flotas municipales en varias ciudades de Australia, en qué se demuestra que aquellos municipios dónde se ha conseguido el éxito había habido previamente una campaña de información para los trabajadores. Y es que impulsar el uso de este biocombustible no es fácil; en general, son muchas las reticencias de los ayuntamientos y el personal de la administración local a introducirlo en sus flotas.
 
Normalmente, esto se debe a prejuicios más que a pruebas empíricas. Es con el objetivo de dar a conocer las ventajas del biodiesel y fomentar su uso que el 6 de noviembre una delegación del Ayuntamiento hizo una visita técnica a la planta de producción de biodiesel a partir de aceite usado para freír de Stocks del Vallès.     

Uno de los objetivos del Plan de Mejora Energética de Barcelona (PMEB) es promover la adquisición de vehículos «que consuman energías menos contaminantes». Es en este marco que el 9 de mayo de 2006 la Agencia de Energía de Barcelona (AEB) y la Asociación Catalana del Biodiesel (ACB) firmaron un convenio de colaboración que contempla, entre otras cosas, la introducción del biodiesel en la flota municipal. Es también en el marco de este proyecto que se coorganizó la visita del mes de noviembre.

En total, fueron 24 los asistentes, la mayoría -14- procedentes del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento. El resto venían de empresas del sector -TMB, Urbaser y FCC-, aparte de dos representantes de la ACB y dos de Stocks del Vallès.

La visita consistió en dos partes: primero, Jordi Vaquer, director técnico de Stocks del Vallès, mostró la planta de producción de biodiesel y explicó su funcionamiento. Más tarde, se celebró un debate dónde los invitados tuvieron la oportunidad de exponer sus experiencias con el biodiesel, dudas y opiniones.
 
Planta de biodiésel.
 
 
 Un combustible más limpio

Los biocombustibles son el resultado de procesar varios tipos de materia orgánica. En el caso del biodiesel, proviene de aceites orgánicos y puede mezclarse con diesel en distintas proporciones. Por ejemplo, el B5 equivale a un 5% de biodiesel y un 95% de diesel, mientras que el B100 es la denominación del biodiesel puro. Sólo lo pueden utilizar los vehículos diesel, los motores de los cuales no hace falta modificar previamente.

En España, las materias primas más utilizadas para producir biodiesel son los aceites de freír ya usados y el aceite de girasol. Según los datos del European Biodiesel Board, nuestro país ocupa el octavo lugar en el ranking de países europeos con respecto a la producción, muy lejos de Alemania. En Cataluña hay 149 gasolineras que disponen de biodiesel; de estas, 13 están en Barcelona ciudad.
 
Las ventajas ambientales del biodiesel con los combustibles fósiles son claras. Por una parte, las emisiones de partículas -que provocan enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer-, de óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO) y de compuestos orgánicos volátiles (VOC) -precursores del ozono troposférico y causantes del smog fotoquímico- son más bajas, además de las de dióxido de azufre, que es el responsable de la lluvia ácida. Por otra parte, el balance de las emisiones de CO2 es cero, puesto que el dióxido de carbono que se emite a la atmósfera estaba fijado previamente por las plantas de las cuales proviene. Por lo tanto, se considera que es, en este sentido, neutro. A todo esto hace falta añadir que es renovable y biodegradable.
 
Una planta pionera.

Una planta pionera     
           
La planta de Stocks del Vallès se inauguró el año 2002 en Montmeló bajo la marca BioDiesel Peninsular. Se trata de la primera que hubo en todo el estado, y la segunda en el mundo que utiliza como materia prima aceite usado de freír. En la actualidad se producen 31.000 toneladas de biodiesel al año.

El proceso de producción consiste fundamentalmente en una reacción química en la que el aceite se transforma en éster metílico (biodiesel), glicerina (que utiliza la industria cosmética) y agua.
       
Las claves del debate     
           
El personal del Ayuntamiento y de las empresas del Sector de Medio Ambiente participaron en el debate moderado por Carlos Amieiro, director técnico de la Agencia de Energía, junto con Manel Ebri, presidente de la Asociación Catalana del Biodiesel. Los anfitriones Miquel Vila y Jordi Vaquer, consejero delegado y director técnico de Stocks del Vallès respectivamente, participaron de forma muy activa en la sesión, especialmente a la hora de dar la réplica a las dudas de carácter técnico que surgieron.

Hoy por hoy, explicó Ebri, «la cantidad de biodiesel hecho a partir de aceite usado no puede cumplir con los objetivos que establece el Plan de la Energía de Catalunya», que prevé que el consumo de biocombustible sea del 15% del total del gasoil que se distribuye en Cataluña. Es por eso que el aceite virgen es en la actualidad una materia prima indispensable.

En este panorama, «el precio de los aceites frescos se ha encarecido, y esto ha motivado a muchas empresas y entidades a recoger los aceites usados», comentó Miquel Vila. La recogida del aceite doméstico se hace normalmente en los puntos verdes, y la asignatura pendiente es que se haga bien, puesto que es habitual que haya confusión y se mezclen los aceites vegetales con los minerales. Es por eso que, en estos momentos, el objetivo prioritario del Ayuntamiento de Barcelona es centralizar la recogida selectiva de los aceites usados. Al menos así lo manifestó Helena Barracó, técnica de la dirección de Programas Ambientales, que también señaló la necesidad de hacer una campaña de sensibilización ciudadana y facilitar el reciclaje.
 
El suministro es uno de los principales escollos que es necesario superar. «Sólo pueden utilizar biodièsel aquellas flotas que tienen una cisterna o un dispensador propio, y la mayoría de empresas no tienen. Hace años que en algunos concursos públicos incluimos como cláusula para ambientalizar los pliegues de condiciones que las empresas que optan utilicen biodiesel; desde entonces, no hemos recibido ni una oferta». El jefe del Servicio Central de Compras del Ayuntamiento, Eduard Castells, exponía así uno de los principales problemas con que se enfrenta el Ayuntamiento a la hora de intentar fomentar el uso del biodiesel.

Sin duda pero, dos de los aspectos a los cuales es necesario dedicar más esfuerzos son el control de calidad del biodiesel y las garantías de los vehículos. «Hace 5 años y pico que se hace biodiesel y no se controla», explica Vaquer. La carencia de control se debe a un vacío legal. Tal y como explicaron los representantes de TMB, en estos momentos la normativa que regula el biodiesel es la EN - 590 «que controla la calidad de la mezcla, no del biodiesel en sí» y es por esta razón que «haría falta adecuar la normativa de forma que los biocombustibles se acojan a la normativa EN - 14214».

Biodiésel para todos.Es poca la confianza de los fabricantes de automóviles en el biodiesel y es habitual que se le considere el causante de muchas de las averías de los coches. Se trata simplemente de prejuicios, porque se ha demostrado que es una opinión equivocada. Es más, al biodiesel se le atribuyen algunas virtudes como por ejemplo que, como buen disolvente que es, alarga la vida del motor o que el punto de inflamabilidad es más alto que el del gasoil y, por lo tanto, el peligro de explosión por emanación de gases del almacenamiento es más bajo. «Las garantías por parte del fabricante nos preocupan mucho», decía Daniel Ortí, técnico de la Dirección de Servicios de Limpieza.     
    
El caso de TMB es un buen ejemplo de como a través de la experiencia se han ido superando los prejuicios. Aun habiendo recelo a la hora de introducir combustibles alternativos a los convencionales, el año 2006 emprendieron una prueba piloto. Compraron 15 autobuses y los hicieron funcionar con éxito con B10 durante seis meses. En 2007 ya había 40 y se pasó del B10 al B30, y por ahora el balance es muy positivo: «la buena noticia es que no hay noticias», comentaba uno de sus representantes. Próximamente, se abrirá un concurso de licitación en una cochera con un centenar de autobuses y se espera seguir con esta tendencia en los próximos años.   
 
En cuanto a la AEB, Carlos Amieiro pidió a la ACB colaboración para encontrar solución a los problemas expuestos durante la mesa redonda y avanzar, así, en la promoción del biodiesel en el ámbito municipal. Amieiro recalcó que «no sólo se trata d'una línea de futuro a seguir, sino también para dar ejemplo que apostamos por las energías renovables».     
           
Fuente: Agencia de Energía de Barcelona

Más información:
 
www.acbiodiesel.net
www.biodiesel.com
www.ebb-eu.org
www.iclei.org
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