La primera fuente energética fue la madera, usada también como materia prima en la construcción de casas y barcos. El mayor consumo energético propiciado por la Revolución Industrial, y ya con gran parte del mundo civilizado deforestado, exigió echar mano del carbón hacia el año 1700. El mundo moderno, tal como lo conocemos hoy, nació a primeros del siglo pasado con la implantación de la potente industria petrolera. La mayor facilidad de su uso y sus mayores aplicaciones hicieron que el petróleo desplazara, aunque no totalmente, al carbón. Esta evolución energética se ha dado solamente en el mundo desarrollado. Hay que recordar que todavía hoy, la mitad de la Humanidad sigue anclada en la economía de la madera. para el año 2100, se espera que el consumo de energía se cuaduplique.
Si el petróleo faltara de golpe, habría un colapso total. El 90% del petrólo se destina a la energía, y el 10% restante, a la materia prima para la fabricación de lubricantes, asfalto, plásticos, fibras textiles, detergentes, insecticidas, medicinas, disolventes y pinturas. El 70% de los productos de la industria química se obtienen del petróleo. Hoy los combustibles fósiles cubren más del 80% de las necesidades energéticas del mundo.
La explosión demográfica
La grave situación actual en que se encuentra la Humanidad es debida fundamentalmente a la explosión demográfica. Nuestro biotopo está saturado y ya no da más de sí. La biocapacidad del planeta se ha superado ampliamente. La sombra de Malthus vuelve a cernirse sobre la Humanidad.
La población mundial está creciendo de manera alarmante y, sin duda, suicida, y se acerca ya a los 7.000 millones de habitantes cuando en la época de Cristo era tan sólo de 200 millones. Esta explosión es la causa de casi todos los problemas de la humanidad. El crecimiento demográfico sigue una ley exponencial, cuyo punto de inflexión puede situarse a finales del siglo XIX. La Humanidad con una larga historia de miles de años, ha duplicado su población tan sólo durante los ultimos cuarenta. la población mundial crece actualmente a razón de unos 90 millones de personas al año. Con un ritmo de crecimiento así, ¿ Qué sentido tiene el Plan 20/20/20 de la UE -reducir un 20% las emisiones de CO2 en el 2020- si entonces la población mundial habrá crecido un 20% y su nivel de vida medio habrá aumentado significativmente ? El crecimiento demográfico va por delante de las soluciones que se van dando, de manera que no se llega a tiempo. Es decir los problemas corren más deprisa que las soluciones.
La solución a muchos problemas de la Humanidad pasa por limitar la población mundial y, por consiguiente, deber ser resuelta poíticamente. Se trata de un problema educativo y de solidaridad. Los países ricos deben poner una buena parte de sus recursos superabundantes a disposición de los sistemas educativos de los países pobres.
El mundo que hemos construido
El actual sistema económico se basa en el crecimiento ilimitado, dejando montañas de residuos tóxicos. El crecimiento económico mundial duplica el producto económico cada veinte años. El sistema es similar al de las estafas financieras de tipo piramidal, en el que el gran beneficio de los primeros que llegan lo es a costa de las seguras pérdidas de los últimos que se incorporan. El bienestar del mundo desarrollado lo van a pagar las generaciones futuras.
Las materias primas
La demanda de materias primas está creciendo enormemente. China e India -con 2.300 millones de habitantes-, están adquiriendo minas de diversos minerales por todo el mundo para segurarse su suministro. Su escasez ha hecho subir los precios, de manera que incluso han hecho su aparición los ladrones de materias primas.
Las fuentes energéticas fósiles,el agua y los bosques
El petróleo escasea, pero sigue siendo una energía barata. La extracción de un barril de petróleo en los pozos de Arabia Saudí sólo cuesta 1 euro. Los precios finales al usuario son muy diferentes y dependen de si el país es productor o no y de los impuestos aplicados. Un litro de gasolina vale en Holanda 1,3 euros; en España, 0,9; en EEUU, 0,5 y en Venezuela, 0,003. Cuando suba su precio, será rentable volver al carbón, del que EEUU tiene las mayores reservas del mundo. El gas natural se viene empleando con el petróleo, al que seguramente sobrevivirá varias décadas. Se cree mayoritariamente que se van a agotar hacia finales del presente siglo. El caso español es especialmente grave, pues el 70% de nuestro consumo procede del petróleo y del gas natural importados. Las energías renovables son actualmente más caras que las procedentes de combustibles fósiles. Por este motivo, deben ser subvencionadas por
los gobiernos para que su industria despegue y puedan sustituir a éstas, llegado el caso. La paridad -equivalencia de costes para producir la misma unidad de energía se alcanzará antes de 2015 en el caso de la energía solar fotovoltaica.
El consumo exagerado de agua está llevando a que en muchos sitios los niveles de los acuíferos bajen sin cesar. Hay administraciones que ocultan este dato para no privar a los usuarios agrícolas y establecemientos comerciales y lúdicos del vital líquido. El informe "Cambio Global España 2020: el reto es actuar", presentado en el IX congreso nacional de Medio Ambiete, dice que en España hay multitud de pozos de agua no registrados y que el 44% del agua bombeada de los acuiferos se extrae al margen de la ley.
Enormes masas verdes de bosques se están deforestando en el Amazonas, que es uno de los pulmones del mundo, y también un inmenso sumidero de gases de efecto invernadero. Cómo se les puede convencer de que cesen las talas, cuando los países desarrollados han deforestado sus inmensos bosques a lo largo de los siglos pasados...
La tierra cultivable
La demanda de los principales productos agrarios crece más rápidamente que la producción, creando una gran presión sobre las tierras disponibles. Para 2050
se estima que la producción de alimentos va a tener que doblarse para satisfacer la demanda mundial. Según la FAO, hoy hay ya unos 1.000 millones de poersonas hambrientas. Los países ricos y las corporaciones multinacionales se están haciendo con la tierra en estados latinoamericanos, asiáticos y africanos para asegurarse reservas de comida. Roturan nuevas tierras para cultivos intensivos con un uso extensivo de insecticidas, herbicidas y abonos. Una empresa coreana proyecta alquilar durante 100 años la mitad de la tierra cultivable de Madagascar para plantar maíz y llevárselo a Seúl.
La desigualdad social
Dijo Indira Ghandi que el peor atentado contra el medio ambiente es la pobreza en el mundo. la pobreza extrema es la realidad habitual de buena parte del mundo. Mientras haya pobreza no habrá sostenibilidad.Los países ricos viven en el derroche y el despilfarro. Su riqueza lo es a costa de la pobreza de los países en vías de desarrollo. Del desarrollo industrial sólo se ha beneficiado una pequeña parte del planeta a costa de los demás. Cada vez es mayor la concentración de la riqueza. La mitad de la riqueza mundial está controlada por sólo unas 400 familias, sin que existan mecanismos limitadores de la riqueza que una sola persona puede atesorar. Por otra parte, el grueso de la población está adormecida con las desigualdades existentes. Pocas personas se escandalizan de los inmorales sueldos galácticos de muchos futbolistas ni de los sueldos blindados de los directivos de la Banca y de grandes empresas. Según la revista Forbes, la persona más rica del mundo es Warren Buffett, inversor estadounidense, con una fortuna de 45.000 millones de euros.
En los países pobres todo se dedica a la supervivencia, no les sobra nada para mejorar. No tienen margen para desarrollarse. Muchos dedican más a pagar la deuda externa que a la salud o a la educación. Los países desarrollados hacen poco por suavizar las diferencias y establecen aranceles a la importación y subvenciones a su exportación, con lo que se dificulta la exportación de los países pobres, se les inunda de productos de fuera y se dificulta que desarrollen su propia industria.
La desigualdad entre países es abismal y cada vez con mayores diferencias, como indican sus rentas per cápita. Dentro de los países la desigualdad entre ciudadanos es enorme, y también cada vez mayor. El porcentaje de las rentas derivadas del capital ha aumentado considerablemente, como resultado de los grandes beneficios, principalmente del capital financiero, a costa de las rentas del trabajo que están en unos porcentajes muy bajos Las grandes fortunas son cada vez mayores y las élites económicas son las beneficiadas por el sistema. Cuando la economía marcha bien, los beneficios están privatizados, pero en época de crisis, las pérdidas se colectivizan.
Según pasa el tiempo, cada vez son mayores las tensiones en materia de población, recursos y medio ambiente. En los países desarrollados, se ha tocado techo y la generación nueva que ahora se independiza a va ser la primera en vivir con un nivel de vida inferior a la de sus padres.
La inestabilidad económica
La actual crisis económica que padece el mundo desarrollado nos ha hecho ver la fragilidad del marco económico. Es difícil de resolver porque cada país toma soluciones por su cuenta, descoordinadamente. Parte del sistema financiero es corrupto y el sistema económico, inestable. Los instrumentos convencionales de la política económica han perdido su eficacia, hasta el punto de que para aminorar la crisis, o para darle un respiro al sistema, los goiernos no han tenido más remedio que inyectar ingentes cantidades de dinero para apuntalar bancos y empresas. El libre mercado no funciona. El expresidente Bush dijo que suspendió las reglas del mercado... para salvar el mercado. El capitalismo pues, está agotado ya.
En la actual crsiis se dan elementos de la Gran Depresión americana de 1929: colapso financiero, bancarota de entidades, restricción del crédito, desconfianza ciudadana, paro masivo. El presidente Obama ha expresado púlicamente sus temores de que esta recesión dure varios años. De ser así, los temas medioambientales podrían pasar a un segundo plano. Por cierto, el paro subsiguiente a esta Gran Depresión no se solucionó con el plan de obras impulsado por el presidente Roosevelt, sino por la Segunda Guerra Mundial, que movilizó 12 millones de jóvenes.
La inestabilidad política
En general el mundo va siendo cada vez más seguro, pero hoy en día las consecuencias de una conflagración mundial serían mucho más terribles que las de episiodios anteriores. A pesar de que se hayan firmado convenios internacionales de limitación armamentista, lo cierto es que los países más poderosos tienen auténticos arsenales militares y poseen el arma nuclear. Hay tanta potencia militar atómica como para destruir varias veces la vida del planeta.
Hay conflictos permanentes como el cruento palestino - israelí, al que no se le ve fin. En enero, el New York Times ha revelado que Israel ha llegado incluso a pedir permiso a EEUU para bombardear una central nuclear en Irán, pero le fue denegado por la seria posibilidad de crear una guerra global. Recordemos también el contencioso entre India y Pakistán, ambos poseedores de la bomba atómica. En el Congo se está practicando un auténtico genocidio por el control de vitales recursos minerales. Rusia y Georgia, no acaban de resolver sus diferencias. E igualmente le pasa a Rusia con Ucrania, fruto de cuyas desavenencias han sido las restricciones de gas a media Europa a primeros de año, prcisamente con temperaturas ambiente bajísimas. En muchos países africanos, asiáticos y latinoamericanos existen regímenes políticos inestables y en muchos casos, radicales.
Aunque ya no hay bloques ideológicos irreconciliables como antaño, existen países emergentes que en unas décadas podrán tutear militarmente a EEUU, y cualquiera de los pequeños conflictos actuales vistos anteriormente puede ser la chispa que desencadene una guerra mundial.
El deterioro ambiental
El planeta está sobreexplotado. La huella ecológica es de 1,4. Harían falta tres planetas si todos los países tuvieran el mismo nivel de vida que el de los países desarrollados. En España, el nivel de insostenibilidad es del 260%, o sea, consumimos y contaminamos más del doble de lo que nos corresponde. En EEUU,es del 1000%.
La población de los países desarrollados no está concienciada de la importancia del ahorro. No es consciente de la grave situación energética y medioambiental que se avecina y se ha instalado en el despilfarro. La actividad humana está contaminando muy seriamente el entorno. Cada día, se deforestan unas 36.000 hectáreas, y se extinguen 70 especies y ya hay evidencias del cambio climático con las consecuencias due los científicos nos están avisando. El 85% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de la quema de combustibles fósiles, aunque parece ser que el calentamiento global no va a suponer un problema serio para la Humanidad. Y ello, porque los combustibles fósiles se van a acabar en unas décadas. El problema futuro no va a ser de calor, sino de frío. Para atajar los efectos del cambio climático han tenido lugar desde el año 1972 varias cumbres y conferencias con muy pobres resultados. El protocolo de Kioto sore el cambio climático para reducir las emisiones de dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y otros gaes indusgtrialel fluorados no está teniendo el resultado previsto. Es insostenible que solo la UE adopte medidas. A petición del programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 1.360 expertos de 95 países elaboraron en 2005 el informe denominado Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, pero en la práctica, los gobiernos no le han hecho mucho caso. La reciente Cumbre del Clima de Poznan no ha resuelto nada, pues la actual crisis económica está pudiendo con los acuerdos proyectados y se ha postergado todo para diciembre.
El Futuro
Premisas
Evidentemente, nadie sabe qué va a pasar el día de mañana. No obstante, partiendo de las actuales premisas ciertas que conocemos, pueden aventurarse, aunque sea de forma temeraria, algunos escenarios futuros. Estas premisas son:
- los combustibles fósiles se están acabando
- varios minerales están ya escaseando
- la población mundial está creciendo de manera desenfrenada
- faltan tierras de cultivo para satisfacer la demanda mundial de alimentos
- la deforestación sigue siendo muy elevada
- la desigualdad económica entre los distintos países es enorme
- la desigualdad social entre los habitantes de un mismo país es abismal
- el sistema económico actual es inestable
- hay peligrosos e insalvables conflictos y desavenencias entre países, muchos de los cuales están armados hasta los dientes e incluso poseen la bomba atómica
- el planeta está seriamente sobreexplotado y gravemente contaminado
- el ser humano ha progresado mucho intelectualmente pero muy poco emocionalmente. Ante un súbito conflicto, reacciona visceralmente antes que racionalmente.
La Humanidad se encuentra en una situación crítica y tiene que cambiar. Los verdaderos cambios se producen mediante idea s revolucioarias. Ya Einstein dijo que el mundo no puede evolucionar más allá de su situación de crisis utilizando el mismo tipo de pensamiento que lo creó. Hay que reinventar, pues la civilización sobre una nueva base energética, económica y política. La madre de la invención es la necesidad y nuestro mundo está muy necesitado.
A continuación se describen dos escenarios, uno optimista y el otro pesimista, que delimitan un amplio espectro dentro del cual deberá desenvolverse necesariamente la Humanidad.
Escenario optimista
La Humanidad dispone en la Tierra de todo lo necesario para perpetuarse si lo hace armónicamente. Así lo expresó Gandhi cuando dijo que en el mundo hay suficiente para las necesidades de todos, pero no para la codicia de todos. El actual modelo socioeconómico no vale, hay que implantar un nuevo orden global basado en una nueva conciencia mundial.
El progreso sostenible sólo puede conseguirse si, y solo si, hay una clara voluntad política, a nivel mundial, de llevarlo a cabo. Nuestro egoísmo biológico debe dar paso a nuestro altruismo cultural. Sin solidaridad entre todos, no hay solución posible. Saint Exupery sentenció que si queremos un mundo de paz y de justicia, debemos poner la inteligencia al servicio del amor. El respeto hacia los demás nos abrirá los ojos para ver que todos los seres humanos somos iguales, por lo que las banderas, las fronteras y los países no tienen razón de ser. Todos estamos en el mismo barco.
Se llevará a cabo un efectivo control mundial de la natalidad, de manera que en unas generaciones la población mundial va a disminuir para mantenerse en una cifra estacionaria compatible con un progreso auténticamente sostenible para todos. Se volverá al campo y las megaciudades serán reconvertidas.
Las energías renovables suministrarán la demanda total de energía. la Agencia Internacional de la Energía estima necesario que en 2050 el 46% de la energía proceda de las renovables, cuyo futuro es esperanzador. Pensemos que el consumo actual mundial anual de energía es igual a la energía que llega del sol a la tierra en una hora, aunque parte de ésta no se puede aprovechar. La generación de energía estará distribuida -al contrario que la gran centralización actual- minimizando sus costosos gastos de transporte y contribuyendo a un reparto más justo de la riqueza a nivel mundial. La obtención de biocombustibles sólo se hará en tierras marginales y también contribuirá al progreso rural.
El eje de la energía sostenible será la electricidad, que es de fácil uso y transporte. La energía producida sobrante en las horas valle y la necesaria para los periodos en que no haga sol, se almacenará en presas reversibles, en nuevos modelos más eficiente de baterías y, en las centrales solares termoeléctricas, en tanques de sales, que ya hoy permiten almacenar la energía hasta 15 horas.
El hidrógeno, que tantas expectativas ha levantado, es sólo un vector energético y su producción es muy cara. Otro inconveniente es su almacenamiento, y su baja densidad energética, precisándose depósitos de gran volumen a muy alta presión. Varias empresas multinacionales, como la General Motors, han abandonado ya sus investigaciones sobre el hidrógeno, cuya utlización se prevé sólo en casos donde no pueda aplicarse la electricidad.
El transporte público será de uso general y se implantará mayoritariamente el transporte ferrroviario interurbano, dejándose el transporte por carretera como residual por ser más caro. Los vehículos autónomos terrestres -coche, autobús, camión- serán eléctricos con baterías, que podrán recargarse en estaciones en la calle o en el garaje. Estos vehículos podrán ser cargados por la noche, cuando la demanda energetica es menor y los generadores eólicos siguen produciendo electricidad. El teletrabajo estará totamente extendido y permitirá obtener grandísimos ahorros: menos y menores oficinas, con menores gastos de iluminación, calefacción o refrigeración, y sobre todo, muchísimo menos gasto en el transporte.
Todas las zonas del planeta tendrán un nivel de vida similar y se vivirá de forma sostenible, como ahora hacen muchas comunidades indígenas, pero con una calidad de vida muy superior.
Escenario pesismista
Este escenario no es más que la proyección futura de la situación actual, en la que existe muy poca solidadridad y se sigue ignorando la grave situación energética que padecemos. la crisis del petróleo ya no será temporal, como en ocasiones anteriores, sino permanente y obligará a la Humaniadad a cambiar necesariamente su estilo de vida.
El mayor obstáculo para un futuro sostenible es la desconfianza mutua entre los distintos países, cada uno va a los suyo. Las organizaciones internacionales, como la ONU, no funcionan. En primer lugar, la ONU es antidemocrática, pues unos pocos países tienen el derecho a veto. En segundo lugar, la ONU no tiene autoridad, entendida ésta como el derecho de adoptar acuerdos y exigir su cumplimiento. El cumplimiento de un acuerdo no se consigue por la fuerza moral sino por la fuerza física que oblige a ello. Y la ONU no dispone de fuerza física, es decir, de un ejército mundial superior al de cualquier país. Por eso las relaciones internacionales son pura jungla, la ley del más fuerte. Y así vemos que muchos países incumplen impunemente las resoluciones de la ONU, como Israel. Si la ONU es incapaz de resolver un simple conflicto como el palestino - israelí, ¿ cómo va a ser capaz de resolver el grave problema existencial que ahora atenaza a la Humanidad ?
Lejos de ayudar a los más pobres, los países más desarrollados tenderán a ser cada vez más ricos y fuertes para asegurarse los recursos enegéticos y de las materias primas estén donde estén. Las dos terceras partes de las reservas de petróleo se encuentran en Oriente Medio, cuyos regímenes políticos sona inestables. Habrá graves conflictos en las próximas décdas para asegurarse estos recursos. La guerra de Irak no ha sido más que un aperitivo. Simltáneamente la población mundial seguirá con su desaforado crecimiento y los países más desarrollados con su escala armamentista. El que más armas posea someterá a los demás y tendrá más opciones de sobrevivir. Por eso cuantas cumbres sobre el clima se celebren fracasarán, como ha ocurrido con las ya celebradas. Los países que aceptan los acuerdos de estas cumbres imponen un alto coste a su desarrollo, coste que no tienen los paises que no los aceptan, por lo que éstos se desarrollarán más. Y de eso se trata, en una situación de escasez y conflicto extremos triunfará el país más desarrollado, más competitivo y más fuerte. El interés de los países desarrollados por ser más fuerte que los demás, bien por sí mismos o bien buscando alianzas como la UE. Se constituirán en el mundo varios bloques políticos de fuerza similar y la feroz lucha por los recursos escasos desembocará en una tremenda conflagración: la Tercera Guerra Mundial. La destrucción será total y, por fín, la Tierra se habrá liberado de la Humanidad.
Fuente: TecnoAmbiente