En el comunicado remitido por los ministros reunidos en Osaka (Japón), se informó de los resultados del cuarto informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, que consideró "inequívoco" el efecto del calentamiento global, y agregó que podría incrementarse por "los retrasos a la hora de reducir las emisiones" de gases contaminantes, con el consiguiente riesgo para tanto "los países en vías de desarrollo como para los desarrollados".
Así, los ministros de Economía del G-8 llamaron a "una acción urgente y conjunta" para ayudar a que los países en desarrollo reorienten su política energética para reducir el uso de combustibles fósiles, mediante una "inversión sustancial", necesaria para "acceder a energía limpia y evitar la deforestación".
Los ministros consideraron que el sector privado debería emerger como principal fuente de financiación, a través de políticas que "concedan incentivos a los accionistas que apoyen el uso de las tecnologías menos contaminantes que existen en la actualidad", junto con los recursos públicos "imprescindibles para contribuir a los países en desarrollo a que canalicen la inversión necesaria para abordar la cuestión del cambio climático".
Asimismo, el G-8 aplaudió el "apoyo y consenso" otorgado el mes pasado en Potsdam (Alemania) para el diseño final de los Fondos de Inversión Climática, que serán aprobados por la junta de directores del Banco Mundial el próximo mes.
Estos fondos comprenden tanto el Fondo para las Tecnologías Limpias como el Fondo Estratégico Climático, los cuales a su vez incluyen el Programa Piloto para la Resistencia Climática y Programa de Protección Forestal. Todos funcionarán "en estrecha cooperación" con los esfuerzos bilaterales y multilaterales ya existentes, en particular con el Fondo de Adaptación, según los ministros.
El objetivo del Fondo para las Tecnologías limpias está destinado a reducir el crecimiento de las emisiones en los países desarrollados para costear la transición hacia una política energética más respetuosa con el medio ambiente. Por su parte, el Fondo Estratégico Climático tiene como función adaptar los programas de desarrollo de los países más "vulnerables" para asegurar la resistencia a los cambios climáticos y evitar la deforestación.
El G-8 --conformado por Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Canadá y Rusia-- aprovechó para reconocer a Naciones Unidas como "el foro apropiado" para proseguir las negociaciones sobre un modelo de actuación que entrará en vigor al término del Protocolo de Kyoto en 2012, y con las que el grupo de ministros expresó su compromiso para contribuir "a su exitosa conclusión" a través del Plan de Acción establecido en la cumbre del pasado mes de diciembre en Bali.
"Los Fondos de Inversión Climática llenarán, como medida temporal, el vacío financiero hasta que la hoja de ruta post-2012 entre en vigor", indicó el comunicado.