El Mundial de Fútbol de Alemania quiere pasar a la historia como referente ecológico para lo cual ha puesto en marcha todo tipo de medidas que compensen las emisiones de gases de efecto invernadero. Este paquete de medidas, conocido como Green Goal, también pretende limitar los residuos y promover el transporte público.
Con el Green Goal se pretende compensar 100.000 toneladas de dióxido de carbono generadas por el transporte, la construcción y el mantenimiento de los estadiso y la presencia de 3,2 millones de espectadores.
Para ello, se prevé la plantación de bosques, el uso de sistemas de riego de los estadios con agua recogida de las lluvias y urinarios sin agua para los hombres.
Los ingenieros han estado también trabajando en el desarrollo de sistemas de control que reduzcan las necesidades de electricidad y de calor en los estadios. Respecto a la iluminación, han implantado toda una batería de medidas, desde lámparas de bajo consumo a sensores de movimiento en las escaleras, aparcamientos y en el área de jugadores.
Además, se controlará de manera individual cada gran equipo de aire acondicionado (hay 100) y la calidad del aire será supervisada mediante sensores para que el sistema de purificación sólo entre en acción cuando se requiera aire fresco.
Otras de las medidas previstas es que las entradas para los partidos permitirán a los aficionados utilizar el transporte público de forma gratuita durante 24 horas, con lo que se pretende reducir el uso de vehículos privados.
Fuente: Energías Renovables, mayo 2006