Puede que el Secretario de Energía de EEUU, cargo equivalente a nuestro ministro, tenga mucha papilla que comer en lo que se refiere a política, pero los conocedores de su carrera científica dicen que su compromiso con la lucha contra el cambio climático es legendaria.
Y predicen que pondrá sobre la palestra la investigación sobre energías renovables, especialmente en lo que se refiere a la energía solar, los bicombustibles y la eficiencia energética.
Desde que era un niño, el actual Secretario de Energía estadounidense, Steven Chu, ha tendido a ser una persona obsesiva. Durante su juventud, sus obsesiones le impidieron desarrollar una carrera académica tan brillante como las de sus hermanos, pero durante su madurez esa perseverancia le ayudó a conseguir importantes logros científicos que le condujeron a ganar el Nobel de física hace 11 años, gracias a que consiguió medir la energía emitida por los positrones del átomo, algo que todo el mundo consideraba imposible.
Afortunadamente para todo el mundo, su última obsesión es frenar el cambio climático. Como director del Laboratorio Nacional de Berkeley, Chu priorizó la investigación de las energías renovables, de la eficiencia energética y de la climatología, centrándose especialmente en la energía solar y en los biocombustibles. Ha hablado públicamante sobre la cercanía y el peligro de las consecuencias del cambio climático, ofreciendo frases memorables tales como -El carbón es mi peor pesadilla. Afirma que es necesario tomar medidas drásticas para frenar el EEUU para evitar su despilfarro.
En energía solar concretamente, Chu creó el Proyecto Helios, un intento convertir la energía solar en combustible. También ha trabajado para elevar la eficiencia de las células solares.
Con su reputación, su elección supuso una agradable sorpresa para muchos científicos y ecologistas. Según Robert Wilder, CEO de una financiera especializada en renovables, afirma que -Se me puso una sonrisa de oreja a oreja. No podía creerme que Obama hubiera seleccionado a una persona de tan alta cualificación. Es la primera vez que un especialista en renovables asume ese cargo.
Pero Chu tiene que afrontar numerosos retos. Es nuevo en el terreno político, y dadas sus responsabilidades tendrá que saber adaptarse a intereses muy contrapuestos. De hecho, ya ha renunciado a la cruda sinceridad que exhibía cuando se dedicaba sólo a la ciencia. Otra de sus tareas será priorizar en qué se gastará el presupuesto, ya que en su primer discurso habló tanto de energías renovables como de desarrollar las energías no limpias, la nuclear y los combustibles fósiles. -Necesitamos todas las soluciones, afirmó. Pero no habrá dinero para todas las decisiones.
Su motivación está clara y su obsesión está apunta a la dirección correcta. -Lo que hagamos durante las próximas décdas tendrá consecuencias durante siglos, concluyó en su discurso de diciembre. -No podemos esperar más.