En 2015, los países se comprometieron unánimamente con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción para promover un mundo de paz, prosperidad y dignidad para todos.
Hoy, esa promesa está en peligro. A mitad de camino de la fecha límite de 2030, el mundo está lamentablemente desviado.
La edición especial del Informe de Progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) muestra que el progreso en la mitad de todas las metas de los ODS es débil e insuficiente, que casi un tercio se ha estancado o ha retrocedido y que las emisiones siguen aumentando.
Persisten las enormes desigualdades y el hambre ha vuelto a los niveles de 2005, la igualdad de género está a 300 años de distancia, la pandemia de COVID-19, una creciente crisis climática, un conflicto generalizado y las consecuencias de la invasión de Ucrania por parte de la Federación de Rusia han obstaculizado el progreso frágil y limitado.
La brecha anual de financiamiento de los ODS ha aumentado de .5 billones antes de la pandemia a un estimado de .2 billones. Las promesas hechas sobre la asistencia oficial para el desarrollo y el financiamiento climático no son promesas cumplidas. Los gobiernos se están ahogando en deudas, y los países en desarrollo enfrentan costos de endeudamiento altísimos.
El mundo está pidiendo a gritos una acción política de alto nivel, acción para hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para todos, en todas partes.
Fuente: UN