Las grandes empresas ya han aceptado que las renovables son el futuro y se preparan para ello. Endesa está investigando en biocombustibles mediante algas y Abengoa investiga la combinación de energía solar termoeléctrica con la producción de electricidad mediante gas. Mientras tanto, los aerogeneradores de la potente industria eólica española deben ser desconectados debido a la inflexibilidad de las centrales nucleares de regular su oferta de energía.
Las algas consumen CO2 para crecer y están siendo utilizadas para diversos usos, entre ellos la producción de biocarburantes y su uso como complemento nutricional. Endesa está investigando la forma de aprovechar esa combinación y ha creado una instalación experimental en su central térmica de Carboneras, en Almería, para analizar el resultado de alimentar a las algas con el CO2 que procede de la central. La empresa calcula que se pueden producir entre 150 y 300 kg de biodiésel a base de algas por hectárea y día.
Por otro lado, la filial de ACS Cobra Energía, ha inaugurado una nueva central termoeléctrica. España ya es una potencia mundial en esta tecnología, con lo cual es así mismo líder mundial en su implantación a nivel comercial, pero esta planta da un paso más allá en la innovación: salva el único problema que presentan las energías renovables, el de su naturaleza discontinua. La central dispone de un sistema de acumulación de energía mediante sales fundidas, es decir, acumula la energía térmica en forma de energía química que puede ser reutilizada en cualquier momento. De esta forma, la planta acumulará durante el día parte de la energía que está recibiendo, para poder emitirla durante la noche y asegurar el funcionamiento continúo y fiable del suministro. De esta forma, también podrá adaptarse a las fluctuaciones de la demanda energética.
Extresol I, pues así se llama la planta, se encuentra En Extremadura. Y éste es el problema que están afrontando, precisamente, los molinos eólicos de los grandes parques. El día 24 de febrero, según Greenpeace, la REE ordenó la parada de 800 MW de potencia eolica. Lo mismo ocurrió el día 25, en que fue desconectado un GW de potencia eólica durante cuatro horas de la madrugada, potencia que equivale a más del doble que la central nuclear de Garoña. Las centrales térmicas alimentadas mediante gas o carbón pueden reducir su producción al mínimo para aprovechar la electricidad renovable, pero no está ocurriendo lo mismo con la energía nuclear.
Finalmente, cabe destacar que una nueva planta termoeléctrica investigará cómo combinar la tecnología del gas y la termoeléctrica para maximizar el rendimiento de las dos. La central se encuentra en Tábernas, Almería.