La intención es prevenir enfrentamientos entre ambas regiones del mundo por una fuente de energía escasa que las dos consumen y ningua produce; evitar que los precios se disparen al multiplicarse la demanda; y paliar los efectos del cambio climático. El cuarto objetivo europeo, políticamente menos confesable pero económicamente justificable, es preparar el terreno para exportar tecnología en materia de eficiencia y ahorro energétio, y la ecotecnología.
Esta es la sexta combre UE-Asia desde que ambos bloques decidieran en 1996 que sus líderes mantuvieran cada dos años un diálogo que fomentara su conocimiento mutuo y su cooperación. Tras diez años, el debate sabe a poco, los resultados brillan por su ausencia y aumenta el número de ausencias a la cita. Así que asiáticos y europeos intentan revitalizar el proceso y pasar de un simple foro de debate a la adopción de compromisos concretos.
La energía es una de las prioridades de esta cumbre, que reúne a las delegaciones de veinticinco países europeos y trece asiáticos (China, Corea y Japón entre ellos). Y los occidentales una declaración en defensa del protocolo de Kioto para presionar más a Estados Unidos, que rechaza recortar sus emisiones contaminantes.
Fuente: Helsinki, El Economista, 11 de Setiembre de 2006