Dieciséis diseñadores españoles presentaron hoy en el Círculo de Bellas Artes de Madrid prendas confeccionadas sin tóxicos peligrosos. Ágatha Ruíz de la Prada, Anke Schlöder, Antonio Pernas, Carlos Díez, Carmen March, David, Delfín, Hannibal Laguna, Ion Fiz, Jocomomola, Josep Abril, Juana Martín, Juanjo Oliva, La casita de Wendy, Locking Shocking, Luxoir y Txell Mirás se han unido a Greenpeace para lanzar a los Gobiernos europeos una llamada de atención en contra de los tóxicos y para demostrar que es posible sustituir los tóxicos peligrosos de cualquier proceso industrial por alternativas más seguras.
En la presentación del proyecto modasintóxicos, además de los convenios firmados con los diseñadores para eliminar al menos una sustancia peligrosa de toda su producción se presentó el convenio de colaboración con Mango.
El proyecto modasintóxicos se presenta en un momento crucial. Está en juego comenzar a solucionar los problemas que están provocando las sustancias químicas más peligrosas o seguir incrementando nuestra exposición diaria a estas sustancias. A final de este año, la Unión Europea tendrá que aprobar un nuevo reglamento sobre sustancias tóxicas, REACH.
Tanto europarlamentarios como Gobiernos se enfrentan a la tesitura de elegir entre votar por un REACH que nos proteja o alinearse con los intereses de la industria química y perder la oportunidad de apostar por la protección de la salud pública y el medio ambiente.
Con este proyecto, diseñadores y compañías se unen a Greenpeace para pedir a los europarlamentarios, a los Gobiernos europeos y, sobre todo, al Gobierno español que voten por una legislación que nos proteja. «Ya es hora de que el Gobierno español sea valiente en sus políticas medioambientales, que siguen siendo una asignatura pendiente. En este caso, en el que además está en juego la salud pública, no puede ser que el español sea uno de los Gobiernos más conservadores de la UE », afirmó Sara del Río, responsable de la campaña de tóxicos de Greenpeace.
El problema
Hoy convivimos con unas 100.000 sustancias químicas. No tenemos ninguna información sobre 75.000 de ellas. Las leyes actuales no sólo se han demostrado ineficaces, sino que no obligan a la industria química a darnos información sobre la seguridad de sus productos. Los tóxicos están en la mayoría de los productos que usamos a diarios (ropa, calzado, cosméticos, pinturas, barnices, aparatos electrónicos...)
El aumento de las pruebas que relacionan la exposición continuada a los tóxicos y el aumento de enfermedades como las alergias, el cáncer, el asma, alteraciones del aparato reproductor tanto femenino como masculino, infertilidad o problemas en el desarrollo provocó que la Unión Europea decidiera tomar cartas en el asunto. Pero, aunque en un principio la propuesta europea pasaba por sustituir los tóxicos peligrosos por alternativas más seguras, el lobby químico está reduciendo de tal modo las exigencias de la ley que corre el peligro de no aportar nada a la ineficaz legislación actual.
Estamos expuestos a este "cóctel químico" desde edades muy tempranas, incluso antes de nacer: Análisis químicos han encontrado estas sustancias en sangre humana, en leche materna e incluso pasando de madre a hijo a través del cordón umbilical.
Los compromisos de la industria española de la moda
"REACH es la única oportunidad que tendremos en mucho tiempo de poder controlar las sustancias más peligrosas y obligar a la industria química a proporcionar información. Por esto es tan importante el compromiso pionero del sector de la moda en España, que demuestra que el cambio es posible", añadió Sara del Río.
Mango y Camper, que ya tenían una política previa de sustancia nocivas, se han comprometido a incorporar paulatinamente una política que elimine las sustancias químicas peligrosas en lugar de establecer límites de utilización.
Los diseñadores, por su parte, han confeccionado ropa libre de plomo, níquel, cromo VI, arilaminas, formaldehido y ftalatos, sustancias relacionadas con cáncer, alergias, alteraciones del sistema nervioso y reproductor y de los riñones. Lo han hecho, a pesar del complejo sistema de producción del textil y de la falta de información que existe sobre estas sustancias.