"La propuesta la estamos enviando a los colegas para ver si se unen al cambio de hora junto con el país, para que haya una uniformidad de horario en toda Centroamérica", expresó ayer Meany.
El Gobierno de Guatemala ha decidido institucionalizar cada año la variación de horario, por lo que a partir del 27 de abril se adelantará la hora oficial en 60 minutos. Posteriormente, el 27 de septiembre, se retrasaría una hora.
Para Guatemala, esta modificación puede representar hasta 50 millones de quetzales de ahorro (43 M€ aproximadamente) por el menor uso de combustibles cada año, de acuerdo con las evaluaciones oficiales.
Meany adelantó que solo se trata de una propuesta, y que cada país tendrá el derecho de decidir si la adopta.
En años anteriores, algunas naciones del istmo, como Honduras, Nicaragua y Costa Rica ya experimentaron los cambios de horarios.
Países de otras regiones, como Europa, hacen la modificación en conjunto, lo que permite una mejor coordinación para evitar desfases en els transporte, las telecomunicaciones y el comercio.
El cambio de horario procura maximizar el aprovechamiento de la luz solar para que las horas de actividad se acomoden y se reduzca el consumo de energía eléctrica.