Dentro de la política de la empresa a nivel internacional, la planta de Burgos está tomando una serie de medidas con el objetivo de eliminar sus emisiones de CO2.
La mejora de la eficiencia energética ha sido sólo una de las acciones llevadas a cabo por la compañía. La planta dispone ya de una instalación fotovoltaica -que produce el 10% de la electricidad consumida-, uno de sus centros en Burgos utiliza una caldera de biomasa y próximamente se instalará una caldera de astillas para general el agua caliente que necesita toda la fábrica.
L-Oreal también tiene previsto aprovechar la energía geotérmica gracias a un lago de agua caliente existente en el subsuelo del polígono; otra renovable que despierta el interés de esta empresa es la energía eólica, aunque esta posibilidad aún no ha sido concretado en un proyecto concreto.