29/01/2008 - 12:00h

La Expo de Zaragoza será la primera que tenga criterios ambientales de gestión

Expo Zaragoza 2008.Expo Zaragoza 2008 abrirá sus puertas al público el 14 de junio y las cerrará el 15 de septiembre, plazo en el que espera superar los seis millones de visitantes, que podrán "informarse, formarse y divertirse", según Roque Gistau, presidente de la Expo. Durante esos tres meses será posible empaparse de todo cuanto rodea al agua como elemento vital de la existencia, su escasez, la gestión y los problemas y soluciones de cara al futuro.
 
Desde la puesta sobre el terreno de la primera piedra en 2006, un sistema informático denominado Vigía, controla todos los materiales, trabajos, obras, energía, agua y residuos que se invierten en esta gran feria internacional.

El software tiene entre sus parámetros contables cómo se debe reciclar cada material sobrante, el origen de cada tablón de madera -que debe ser certificada o reutilizada- y hasta el número de camiones que han pasado por los lavarruedas, un sistema que impide que el barro de la obra ensucie las calles de Zaragoza.

A Vigía también se le ha programado para que compute las emisiones de CO2 de los seis millones de visitantes. Según Maite Gálvez, responsable de la Agencia de Recursos Ambientales de la Expo, y teniendo en cuenta los recorridos medios que se prevén, "se calcula que se emitirán unas 150.000 toneladas de CO2 por esta causa".

A esta cifra hay que añadir lo referente a las obras y los costes de energía durante el evento. Gálvez considera que las emisiones serán compensadas con la plantación de 3,5 millones de árboles en los próximos tres años en Aragón, teniendo en consideración una vida media superior a los 20 años.

El plan de forestación cuenta con la financiación de Ibercaja, que aportará 320.000 euros el primer año, y otras dos entregas de 300.000 euros en los dos años sucesivos. Esta entidad ha lanzado, con motivo de la Expo, un fondo de renta variable destinado exclusivamente a las energías renovables.

Cuando quedan sólo 138 días para la apertura de las puertas, el ritmo del trabajo es frenético en el meandro Ranillas del río Ebro. Fuentes de la Expo aseguran que las obras están al 74 y que todo estará listo a tiempo, aunque nervios no faltan. La revuelta del río, que antes albergaba huertas, hoy empieza a ser sinónimo de modernidad. Dos edificaciones, la Torre del Agua, y el Pabellón puente destacan como las más emblemáticas.

Los pabellones se agruparán por ecosistemas en ocho zonas temáticas: praderas y sabanas; hielo y nieve; desiertos, oasis y estepas; islas y costas; bosques templados; selvas tropicales; montañas, y por descontado, grandes ríos y llanuras fluviales.

A estos ecosistemas se dedicará uno de los pabellones, que contendrá el mayor acuario fluvial del mundo, con 4.000 especies representativas de cada uno de los grandes ríos: Nilo, Amazonas, Mehing, Darling... y el Ebro, el gran protagonista. Otros cinco espacios singulares están dedicados a la Sed, Agua en las ciudades, Agua y energía, Agua compartida y Agua extrema. El visitante podrá conocer el efecto de los maremotos, inundaciones o los efectos de la gota fría.

En la Torre del Agua tendrán lugar la mayor parte de las exposiciones dedicadas al elemento y el Pabellón puente, una obra de ingeniería puntera sobre el río Ebro, albergará la muestra Agua.

Expo Zaragoza 2008 recibirá a las más importantes personalidades que tienen algo que decir sobre el agua y el desarrollo sostenible, de cuyas intervenciones surgirá una Carta de Zaragoza que refleje el actual pensamiento científico sobre el agua y sea un documento de referencia de cara al futuro.

La ciudad acoge actualmente el Secretariado de la ONU para la Década del Agua, agencia que gestiona todas las iniciativas mundiales encaminadas a mitigar la escasez el agua y la falta de redes sanitarias entre 2.500 millones de habitantes del planeta.

Aunque la Expo ha tratado de extremar al máximo los impactos ambientales sobre el río y las riberas, grupos ecologistas han protestado contra el dragado del río para permitir el traslado de visitantes en lanchas impulsadas por energía solar. "No hemos hecho más que limpiar el cauce", declara Ricardo García, jefe de Prensa de la Expo.

Dragado o limpieza, la Expo se ha cuidado de no canalizar el río para que el parque que rodea el recinto sea inundable con las crecidas invernales: algo que siempre ocurrió en Ranillas.
 
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