10/03/2008 - 13:00h

La UE prohibirá los aparatos que consumen más energía

Estufas en pleno Eixample de Barcelona.Tratar de calentar la calle en pleno invierno puede parecer inútil y absurdo, pero muchos lo intentan: multitud de bares y restaurantes de países como Francia o Bélgica -y cada vez más de España- instalan en sus terrazas calefactores de exterior para aprovechar ese espacio de su negocio durante todo el año. Pero las llamadas setas de calor tienen los días contados, porque la Unión Europea quiere prohibir los equipos que consumen más para combatir el despilfarro energético. Entre ellos están tanto estos aparatos como algunos modelos de electrodomésticos que no determina el documento de la Comisión.
 
No obstante, España se ha adelantado a la futura norma europea y hace nueve días aprobó el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE), que señala que 'la climatización de espacios abiertos sólo podrá realizarse mediante la utilización de energías renovables o residuales'. La mayoría de los calefactores de exterior no cumplen este requisito, pues utilizan energía eléctrica, gas butano o gas natural (como los instalados en muchos estadios de fútbol). 'No obstante, el reglamento afecta sólo a las instalaciones nuevas, y la retroactividad plantearía muchos problemas', matiza Pedro Antonio Prieto, del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). La UE no concreta si su norma tendría carácter retroactivo.

En cuanto a los electrodomésticos, el mercado español se vería muy poco afectado por esta posible prohibición de los aparatos más derrochadores. Casi todos los productos están obligados a mostrar un etiquetado energético que los califica de la A a la G, de los que menos consumen a los que más. 'Eso permite al comprador hacer una comparación muy sencilla para saber cuánta energía gasta cada electrodoméstico', explican en el centro de eficiencia energética de Unión Fenosa. Un electrodoméstico de clase A, por ejemplo, consume un 55% menos que los C o D. 'Y casi todos los aparatos que se fabrican hoy en día son de clase A', asegura Alberto Zapatero, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Electrodomésticos de Gama Blanca (Anfel). Por ello, la propuesta de la UE afectaría a muy pocos modelos. 'La iniciativa de la Unión Europea no nos preocupa: estamos trabajando en la eficiencia desde hace muchos años', explica Zapatero.

Quedan algunos flecos, como las secadoras, que oscilan aún entre las calificaciones B y F. Además, Anfel estima que existen todavía 188 millones de aparatos ineficientes en Europa, la mayoría con una antigüedad de más de 10 años. Por eso Anfel y el Gobierno tratan de que los consumidores renueven su parque de electrodomésticos, con planes como el Renove.

Esta batalla contra los productos que más gastan forma parte de la lucha global contra el cambio climático. El plan de acción de la Comisión Europea, presentado el 8 de enero, señala que 'un uso más eficiente de la energía constituye la forma más rápida y rentable de reducir las emisiones de carbono'. Según el informe, los países europeos han aumentado su PIB en casi un 40% desde 1990, mientras que la demanda de energía ha crecido sólo un 11%. Y sin embargo, concluye el informe, muchos países de la UE no cumplen las leyes sobre eficiencia y siguen malgastando energía.
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