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Si Extremadura consume el 25% del total producido por la central nuclear de Almaraz (es decir, 375 megavatios) y de aquí al año 2010 en la región funcionaran 300 megavatios de energía eólica y 150 megavatios de energía solar -de seguir creciendo éstas como en 2007-, en tres años la fuerza producida por Almaraz estaría más que suplida por las fuentes renovables para abastecer a los extremeños, por lo cual sería posible prescindir de la energía nuclear.
 

Éste es el argumento que defiende la agrupación ecologista Adenex en relación al debate abierto hace unos días sobre si es necesario o conveniente mantener en funcionamiento la central de Almaraz.

Los ecologistas han querido advertir del peligro que supone que siga abierta una instalación de estas características. «Las dos centrales atómicas de aquí han tenido el mayor número de incidentes, averías y sucesos no programados de todo el parque nuclear español todavía en funcionamiento (nueve centrales)», manifiestan.

No haría falta importar energía

Asimismo, subrayan que Extremadura no necesita importar ningún tipo de energía, «sólo seguir impulsando la instalación de la energía solar, estudiar bien los lugares de implantación de la energía eólica, potenciar la investigación y el parque tecnológico de las energías renovables en el campus pacense de la Universidad de Extremadura y, por supuesto, comenzar ya con un plan de eficiencia y ahorro energético adaptado a las verdaderas demandas y necesidades de una industria no contaminante».

«En resumen, lo que urge es un plan integral de energías renovables y de eficiencia energética para el siglo XXI. Donde así se ha realizado se ha generado un importante número de puestos de trabajo, también acordes con el nivel de formación profesional que las nuevas generaciones de la región poseen», apuntan desde Adenex.

Además, los ecologistas quisieron resaltar que la central nuclear de Almaraz no ha servido para potenciar el desarrollo de otro tipo de industrias en el norte de la región, más bien lo contrario, por la imagen de inseguridad y peligro para las personas residentes.

«Situaciones históricas de dictadura y poca contestación social nos hicieron a los extremeños candidatos a tener cuatro centrales nucleares, aunque la región se puede sentir orgullosa de haber cerrado ya dos reactores atómicos de manera pacífica», concluyen.

 

Fuente: Hoy.