2/01/2008 - 15:24h

Menos de la mitad de los ciudadanos españoles se comporta de modo sostenible

Medio Ambiente
Aunque un 87,8 por ciento de los españoles estaría dispuesto «con seguridad o probablemente» a modificar sus hábitos de consumo y estilo de vida para adaptarse al proceso de cambio climático, cuando se les pregunta por hábitos ecológicos sólo la mitad o algo menos de la mitad asegura separar habitualmente las basuras, apagar los electrodomésticos cuando no los usa, desplazarse a pie o en bicicleta por su localidad o llenar la lavadora con un programa corto y en frío.
Son datos que se desprenden del avance de resultados del Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) presentado a finales del año 2007.

Por el contrario, menos de la mitad habitualmente usa bombillas de bajo consumo, utiliza agua fría en vez de caliente, recicla el papel usado, utiliza las escaleras en lugar del ascensor, compra electrodomésticos de bajo consumo, usa los puntos limpios o va en trasporte público. 

No está entre los 30 problemas principales

Tampoco se encuentra el medio ambiente entre los 20 primeros problemas citados por los españoles, ni a nivel general, ni que les afecte personalmente, a pesar de que tres cuartas partes de los encuestados señala que sigue con "mucho o bastante interés" las noticias relacionadas con este asunto, especialmente a través de la televisión (88 por ciento) y la prensa (45,1 por ciento). 

En todo caso, casi la mitad (47,6 por ciento) afirma que se adaptaría "con seguridad" al calentamiento global, mientras que dos de cada cinco lo haría "probablemente" y un 7,6 por ciento cree que "con seguridad o probablemente" no lo haría. 

Ahora bien, de nuevo más de la mitad (51 por ciento) considera que lo que una persona haga de forma individual no tiene impacto si el resto de los ciudadanos no hacen lo mismo y un 63 por ciento opina que su esfuerzo personal no sirve si empresas e industrias no hacen más para proteger el medio ambiente. Además, un tercio de los consultados asegura tener cosas más importantes en las que pensar y casi un 10 por ciento considera que el medio ambiente no está en peligro. 

En todo caso, el 95 por ciento de la población afirma haber oído hablar del calentamiento global en los tres últimos años y un 64 por ciento ha obtenido información sobre la forma de reducir energía. La mayoría lo ha hecho (68,7 por ciento) a través de la televisión y en menor medida (33,9 por ciento) por la prensa, mientras que la información institucional (7,8 por ciento) y de las eléctricas (10,3 por ciento) ha sido escasa.

Por otro lado, un 40,3 por ciento cita la nuclear como la primera de las fuentes de energía que debería usarse menos, mientras que un 26,7 pone por delante el petróleo. Además, un 38,8 por ciento coloca en segundo lugar al petróleo y un 21,8 por ciento a la energía nuclear. El carbón es citado en primer lugar por un 17,1 por ciento de los españoles y en segundo lugar por un porcentaje similar de personas.

Contaminan y no son seguras

En la mayoría de los casos, consideran que deben utilizarse menos estas energías porque contaminan aire o agua (53,3 por ciento), producen residuos (19,2 por ciento), no son seguras (17,7 por ciento), son escasas (12,8 por ciento), y dependen de otros países (11,3 por ciento). Además, un 73 por dice que podrán sustituirse a largo plazo gas, carbón y petróleo y casi tres de cada cinco señala que las renovables son eficaces y baratas, aunque dudan (45 por ciento) de que puedan suministrar toda la energía que necesita un país.

Casi cuatro de cada cinco (79,4 por ciento) españoles opinan que la escasez de energía puede ser uno de los problemas más importantes que tendrán que afrontar en el futuro los países occidentales y casi la mitad (49 por ciento) considera que España tendrá dificultades para cubrir sus necesidades de energía, aunque sólo el 1,4 por ciento atribuye este problema al cambio climático. Por el contrario, las principales razones señaladas son el fin de los recursos naturales (20,5 por ciento) y el gasto excesivo. 

Los españoles atribuyen un mayor gasto energético al sector industrial (79,5 por ciento) que al transporte (29 por ciento), la actividad doméstica (22 por ciento), el transporte aéreo (14,7 por ciento) o la agricultura (3,2 por ciento). Por ello, consideran que las primeras que deben adoptar medidas de ahorro energético son las industrias (71,8 por ciento), en segundo lugar, los ciudadanos (30 por ciento) y en tercero, el transporte por carretera (28,4 por ciento). Finalmente, un 63,6 por ciento cree que la calidad de vida mejoraría si se gastara menos electricidad, gas o gasolina. 

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