'El desarrollo de las técnologías necesarias para el uso sostenible de los recursos naturales, es ya una realidad y eso las hace atractivas para los inversores', afirma Diego Rodríguez Linares, de la Morgan Stanley
En una situación como la actual, en la que el petróleo se encuentra en máximos históricos, superiores a los 72 dólares y plantea serios problemas para la economía mundial y en especial a los grandes países occidentales consumidores, es lógico que quienes integran la Unicón Europa, piensen en recuperar sus centrales nucleares para hacer frente a la demanda de energía.
Muchos otros, abogan por aumentar las inversiones en las llamadas energías limpias o nuevas energías, capaces de desarrollar un crecimiento económico sostenible.
El pasado julio, los representantes del G8 (grupo de los 8 países más industrializados del mundo, EEUU, Rusia, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) decidieron apoyar el desarrollo de las energías alternativas, comprometiéndose a reducir la emisión de gases y a promover el uso de energías no contaminantes.
Y es que tras más de veinte años de continua mejora tecnológica, que ha permitido disminuir los costes y aumentar la eficiencia, es posible obtener la energía que necesitamos, siendo respetuosos con nuestros recursos naturales.
España, es un país puntero en el desarrollo y producción de energías renovables, destacando en el campo de la energía eólica que se constituye como el gran motor y escaparate de nuestra capacidad tecnológica y donde como productores ocupamos la segunda plaza a nivel mundial, tan sólo por debajo de Alemania. En lo que respecta a la ener´gia solar fotovoltaica, somos la cuarta potencia europea y contamos con el mayor centro de ensayo europeo de aplicación industrial de tecnologías relacionadas con la energía solar.
Además estamos a punto de inagurar en Salamanca la mayor planta, a nivel europeo de bioetanol, el principal combustible renovable por capacidad de producción y posibilidades de crecimiento, gracias al Protocolo de Kioto y a los nuevos desarrollos que del mismo se recogen en la directiva europea que aborda dicha materia.
Este papel preponderante de la industria española d eenergía renovable se pone de manifiesto en la selección de empresas españolas por parte del gobierno chino, para difundir en ese mercado la utilización de alta tecnología en las áreas de eficiencia energética, donde contamos con los mayores expertos a nivel mundial, aprovechamiento de energías renovable, etc.
No es de extrañar por tanto que ante esta situación, las energías alternativas y su pontencial de cara al futuro sean de especial interés para los inversores, especialmente para aquellos que tienen una mayor concienciación social y ven en el avance dentro de este campo la solución a algunos d elos problemas más graves que afectan al tan manido desarrollo sostenible.
En cualquiero caso, dicho interés se extiende a muchas otras personas y eso ha propiciado la aparición de fondos de inversión en los que los gestores están especializados en el análisis y la selección de empresas cuya actividad está directamente relacionada con el desarrollo de la tecnología que haga posible un uso sostenible de los recursos naturales o bien con la producción de energías renovables y respetuosas con el medio ambiente.
Siendo esta la situación, es lógico que los inversores cuenten en sus carteras, con fondos de este tipo, diversificando e incluyendo así un sector con un gran potencial de crecimiento; sin olvidar en ningún caso la correcta y óptima distribución de la cartera.
Fuente: La Verdad de Murcia, 16 de abril de 2006