Pegar un emisor en un aparato destinado al reciclaje y monitorizar su viaje hasta el destino final. Con la organización ecologista hizo esto con un viejo televisor, dejándolo en un contenedor de reciclaje en Gran Bretaña, quedó bastante sorprendida cuando descubrió que, en lugar de ser reciclado en el mismo país o, al menos, dentro de Europa, acabó siendo vendida en Nigeria donde acabó en un vertedero local después de que le extrajesen los metales. Greenpeace esperaba exponer una debilidad del sistema de reciclaje; precisamente que algunos operadores de reciclaje están evitando los costes de procesado de materiales potencialmente tóxicos enviándolos a países que tienen una normativa medioambiental menos restrictiva. Aún así, la ONG apoya los esfuerzos de incrementar las tasas de reciclaje.
El año pasado, la Asociación del Gobierno Local británica, declaró que mientras 200 de sus miembros estaban seguros del correcto reciclado de sus desechos, 20 admitieron no estar tan seguros, y otros 135 todavía tenían que recibir confirmación del lugar de recepción de los mismos.