Estados Unidos tiene un nuevo reto: intensificar la busqueda de energías limpias alternativas al petróleo para acabar con la dependencia energética que tiene este país de Oriente Próximo. Así lo anunció ayer el presidente de EEUU, George W. Bush, quien anunció un aumento del 22% en la investigación sobre energías distintas al crudo.
El objetivo final será 'sustituir el 75% de las importaciones estadounidenses de petróleo de Oriente Medio'.
Bush avanzó que su Administración 'invertirá más en plantas de carbón de emisiones cero, en tecnologías solares y eólicas revolucionarias y en energía nuclear'. La investigación también buscará mejorar las baterías de los vehículos híbridos y eléctricos así como los automóviles que usen hidrógeno.
Aunque este anuncio puede ser un paso adelante para frenar el calentamiento del planeta, no significa que EEUU vaya a adherirse a Kyoto, según dijeron los expertos.
Esta decisión de Bush ha estado también alimentada por la posibilidad de que emperore la crisis abierta con Irán, uno de los mauors exportadores de crudo, por la intención del país islámico de generar energía nuclear.