Una de las empresas pioneras en la venta de productos fotovoltaicos, Elektrón, ha inagurado un nuevo departamento dedicado en exclusiva a los vehículos eléctricos: bicicletas y furgonetas de diversos tamaños. Disponen de servicio técnico y de recambios. Ya no hay excusa...
Fue el accidente de Chernobil lo que hizo que Joseph Vivier, técnico en electrónica, se pusiera manos a la obra. "Había gente interesada que no podía medir la radiactividad, porque en España los aparatos de medición estaban en las universidades y centros de investigación, pero no eran asequibles para la gente, ni por disponibilidad ni por precio", manifiesta Vivier. Y empezó a fabricarlos y a venderlos él mismo.
Después vendrían otros aparatos de medición ambiental, luego entró en el mundo de las energía renovables y, ya puestos, creó una empresa, Elektrón, para distribuir y asesorar al poco público que esa época conocía y demandaba energías alternativas.
Eso fue en 1989. Desde entonces vende en tienda y también online. Ahora ha abierto un nuevo departamento en su empresa: el+ transporte no contaminante, el Eco Car. La distribución de vehículos eléctricos, motos, bicicletas y furgonetas es la última apuesta fuerte de Elektrón.
Pero se encuentra con el mismo desconocimiento del público. "Al empezar la energía solar, la gente no imaginaba que los paneles pudieran funcionar, durar 30 años y solucionar problemas de energía en zonas aisladas. Ahora pasa igual con las furgonetas eléctricas. Volvemos a ser pioneros en una tecnología desconocida que produce desconfianza en la gente. Sobre todo por su precio, más elevado respecto a otros vehículos para hacer repartos, asegura.
Sin embargo, tiene claro que para ciudades y recorridos pequeños es donde puede ser más rentable. "Cada km recorrido con furgoneta eléctrica es seis veces más barato, en comparación con el diésel. Eso hoy. Pero dentro de nada la diferencia va a ser mayor, porque los combustibles procedentes del petróleo van a seguir subiendo.
Una furgoneta eléctrica tiene autonomía para 60 a 70 Km, cargando la batería en la red. Se ahorra un 25% de energía que puede ser más "si se hace una instalación solar fotovoltaica, porque incluso se puede vender energía y encima la que consume es 100% limpia". En el caso de las bicicletas, las diferencias son mayores: "el consumo de una bici eléctrica es 46 veces más económico que el de un ciclomotor. Y al final te subes la batería a casa para recargarla". Porque esa es una de las dificultades que tienen los vehículos eléctricos, la autonomía y la necesidad de recargar la batería. "Hay sitios donde esto se ha soluciondo con aparcamientos públicos especiales. Aquí se podría hacer poniendo enchufes en los espacios reservados para carga y descarga".
Vivier es una mezcla de empresario y actividsta. "Cuando empecé tenía que hacer un enorme esfuerzo para explicar que esa tecnología tan nueva funcionaba. Pero no tiene mérito ser pionero, lo que hace falta es investigar el mercado y ser tozudo. Y saber aguantar, porque con las ideas innovadoras no siempre se saca beneficio inmediato, sino que hay que tener visión de futuro. Ahora el asunto está en difuncir que es posible moverse sin petróleo", hace hincapié el técnico en electrónica.
Fuente: La Razón, 30 de abril de 2006
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