La nueva norma de seguridad por la cual todos los pasajeros ven requisados sus objetos personales líquidos, tales como pasta de diente, desodorante etc., cuando no cumpla con ciertas condiciones, es presentada por Ecologistas en Acción como de gran impacto medioambiental.
Cualquier viajero que haya utilizado un aeropuerto europeo en las últimas semanas lo sabe. Cualquier líquido que lleve consigo debe ir en envases inferiores a los 100 militros, y convenientemente introducido en una bolsa de plastico que también debe cumplir ciertas condiciones.
Y da igual lo que lleves contigo. Agua, refrescos, colonia, pasta de dientes, jarabes... Todo lo que no cumpla las condiciones acaba en un contenedor de la policía fronteriza, en el caso español, en presencia de la guardia civil, que luego sella el contenedor y lo destruye.
Quizás sea rizar el rizo, pero para ecologistas acostumbrados a reciclar los desperdicios en cuatro o cinco contenedores distintos, según el tipo de deshecho, esto es un atentado contra el medio ambiente. Por eso, la organización Ecologistas en Acción, ha solicitado que se separen estos objetos requisados según sea su tipología y se les recicle apropiadamente. Una solución que ofrecen para los productos aún no abiertos es la donación a organizaciones de caridad.