La hora del asalto aún no ha sonado. Podría venir «en uno o dos meses» solamente, garantiza un protagonista. Pero en esta espera, EDF trabaja de un tirón para preparar su ofensiva en España. Y un nuevo esquema se dibuja, en torno a un OPA que lanzaría el grupo público francés sobre la compañía eléctrica
Unión Fenosa, con el apoyo del principal accionista de ésta, el grupo español Actividades de Construcción y Servicios (ACS). Es lo que indican varias fuentes que concuerdan y confirman la información publicada el pasado viernes por el Wall Street Journal.
La situación inicial de EDF consistía en asociarse a ACS para tomar el control de Iberdrola, la principal compañía eléctrica española por su valor bursátil, y la segunda en términos de producción. Directa e indirectamente, ACS tiene ya cerca de un 13% del capital de Iberdrola. Pero este proyecto choca con la feroz resistencia de Ignacio Sanchez Galán, el dueño de Iberdrola, que defiende con uñas y dientes la independencia de su grupo. En las últimas semanas, inició 4 acciones cerca de las instituciones europeas para bloquear a EDF. Intenta, en paralelo, movilizar a los poderes públicos españoles, en particular, a los regionales.
Un esbozo de debate sin embargo habría tenido lugar hace poco entre los dos contendientes, según una fuente. «Pero allí donde queríamos el 100% del capital, Ignacio Sanchez Galan nos propuso el 20%, ni una acción de más, y a un precio muy elevado. Quería el 40% de prima con relación al precio en Bolsa. Nos negamos hace quince días«, afirma, en Les Echos, alguien muy próximo al expediente.
En su último consejo de administración, tenido hace ocho días, el presidente Pierre Gadonneix por otra parte dejó entender que ninguna operación era inminente. «Tener un 20% del capital, eso apenas tiene interés», explican en la sede de EDF. «Lo que queremos es entrar realmente en España, obteniendo clientes, centrales eléctricas, un acceso a las redes.»
Unión Fenosa dispuesta Ahora, la empresa francesa parece pues favorecer un proyecto un poco diferente. Consistiría en lanzar una oferta pública sobre Unión Fenosa, un grupo claramente más pequeño (6 mil millones de euros de volumen de negocios), pero a priori menos hostil a EDF. Su dueño, López Jiménez, en efecto está resuleto a desempeñar un papel en la concentración del mercado español, y está encantado de ser el centro de las especulaciones. Sobretodo, su accionista de referencia, con un 45% de los títulos, no es otro que ACS, el grupo con el cual EDF prevé asociarse. La empresa tricolor parece estar en condiciones de ofrecerse a Unión Fenosa.
La hipótesis British Energy Otra pista mencionada por el Wall Street Journal: una asociación a tres entre EDF, ACS y E.ON, que crearía un vehículo conjunto encargado de ir al asalto de Iberdrola. El trío se repartiría a continuación los activos del grupo español, valorizado hoy en 51 mil millones de euros en Bolsa.
No se excluye tampoco que, ante la complejidad del expediente español, y los costes considerados, EDF renuncie, y privilegie por ejemplo la compra de British Energy, explotadora de las centrales nucleares de las cuales Londres prepara su total privatización. Nicolas Sarkozy, que viaja mañana a Inglaterra, podría hacer avanzar este expediente. «No se ha parado nada aún, todo el mundo tiene varias situaciones en el cajón», resume a un responsable de EDF. Pero el momento de las decisiones se acerca...