Pero la plataforma
No a la MAT tiene la intención de continuar impidiendo las obras de la línea. Joan Martí, uno de los portavoces, ha explicado a
Vilaweb que, de acuerdo con las recomendaciones hechas a mediados de mayo por el
Síndic de Greuges (defensor del pueblo catalán), este permiso no era suficiente; que también había que tener una licencia municipal.
El síndico Rafael Ribó recomienda a la Administración «que exija permisos de utilidad pública y que se hagan estudios de impacto sobre la salud», explica Martí, «y el Ayuntamiento de Bescanó no ha otorgado esta licencia municipal».
El propósito de la plataforma y de los vecinos es el de recoger documentos que demuestren irregularidades y presentarlos al síndico, con quién se reunirán el día 2 de julio: «Creemos que hay motivos para que la Fiscalía investigue y nosotros aprovecharemos cualquier resquicio», asegura el portavoz de No a la MAT.